El concierto que reunió a más de 25 mil fue una verdadera puesta en escena. Perú ‘devoró’ a Algie, el cerdo icono de la desaparecida banda británica Pink Floyd. Nos quedamos con las ganas de corear ¡Fujimori, Nunca Más! ,Después de dos horas de concierto, el Estadio Monumental estaba al borde del éxtasis. El bajista y exintegrante de los legendarios Pink Floyd, Roger Waters, tocaba Pigs (The different ones), el tema número quince del setlist de las 22 canciones que tocó el sábado 17 de noviembre en Lima, de pronto, sobre las cabezas de los más de 25 mil espectadores se alzó volando Algie, el símbolo más representativo de la desaparecida banda británica que sobrevoló sus conciertos por primera vez en 1976. El cerdo inflable, que en la iconografía Pink Floyd representa a la clase política y se caracteriza por llevar mensajes de protesta, llevó la inscripción “Stay Humans” o “seamos humanos”, y a los pocos minutos de atravesar el estadio, la masa lo bajó y lo destrozó completamente. Varios asistentes se llevaron retazos de Algie que en los conciertos que diera Waters en otros países ha llevado mensajes más punzantes como: “Nos Faltan 43” en referencia a los muertos y desaparecidos de Ayotzinapa por el gobierno mexicano, o “Nunca más” recordando a la guerra de Las Malvinas en un concierto que dio en Argentina. PUEDES VER: Roger Waters: "Sé que la corrupción es un gran problema en el Perú" El sábado pasado, los fanáticos peruanos nos quedamos con las ganas de leer “¡Fujimori, nunca más!”, frase que, según se anunció extraoficialmente, se mostraría en el paso de US + Them Tour de Waters por Lima. Sin embargo, el concierto no dejó de tener un fuerte componente político, pues en la increíble pantalla de más de 50 metros de largo que se extendió a lo largo del estadio (un verdadero festín para los ojos) se lanzaron frases contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, así como también contra la invasión israelí en Palestina, el uso indiscriminado del plástico y hasta el dueño de Facebook, Mark Zuckerberg. Por cerca de tres horas los espectadores estuvimos sumidos en el universo musical de la desaparecida Pink Floyd, que fue revivida por Roger Waters. Como se sabe, aquel fue un grupo de rock progresivo que, a finales de los setenta, fue afianzando su imagen crítica al capitalismo, al control social y a los gobiernos despóticos. Temas emblemáticos que fueron rememorados por Waters fueron Time, Wish You Were Here, Another Brick in the Wall, del histórico álbum The Wall (1979), un verdadero himno de protesta del grupo que fue coreado hasta la saciedad por la multitud. PUEDES VER: Roger Waters repetirá llamado El paso de Waters por Lima ha dejado grabada en la memoria de los asistentes una extraordinaria puesta en escena. Otro de los momentos cumbre del concierto fue la aparición de la gran fábrica en la pantalla coronada de cuatro chimeneas gigantes reales, mientras se entonaba Money, todo un símbolo de la iconografía que Waters creó cuando se convirtió en líder de la banda, luego del alejamiento del exvocalista Syd Barrett. Ya casi al final del concierto, y conforme los espectadores nos recuperábamos de la impactante proyección de luces multicolores características del álbum The dark side of the moon (1973), Waters dio una palabras sobre la realidad peruana, primero agradeció el amor que le proyectamos durante el concierto, para luego hacer un llamado sobre el racismo y la discriminación contra los indígenas, y sobre la terrible corrupción a la que debemos combatir porque “los cerdos gobiernan el mundo”, fue una de las frases que hizo vibrar al estadio entero.