Desde el jueves 4 de enero por la tarde, se ha observado un aumento en la altura de las olas en el muelle de Ancón. Aunque este fenómeno ha provocado daños materiales, no se han reportado víctimas. Ante ello, por motivos de seguridad, las autoridades cerraron el muelle de puertos. Giuseppe Atoche, subgerente de Seguridad y Riesgo, indicó que tres embarcaciones resultaron afectadas tras los oleajes anómalos.
Según el presidente de la Asociación de Pescadores, Luis Garrido, son casi 600 trabajadores, entre pescadores y armadores, quienes han tenido que hacer una pausa a sus labores debido al oleaje anómalo que se ha estado registrando en los últimos días en las playas de Ancón. Esta situación estaría afectando directamente a la economía de estas familias porque, por día, generaban unos S/400.
“Nosotros vivimos del día a día. El día que no se trabaja no se gana. Usted sabe que los gastos en un hogar son diarios (…). Estamos perdiendo por jornada entre 300 a 400 soles. Estamos viendo cómo vamos a hacer”, detalló Luis Garrido a La República.
Asimismo, recalcó que, ante la falta de actividad pesquera, existe la posibilidad de que los precios de los productos marinos suban en la próxima semana, lo que perjudicaría la canasta básica familiar.
“Lógicamente, pueden subir. Esto se rige a la oferta y la demanda. En estos momentos los puertos están cerrados y al no haber pescado el precio sube, afectando la canasta familiar porque nosotros somos los que proveemos alimento al pueblo”, explicó.
Más de 50 comerciantes que trabajan en los alrededores del balneario han perdido gran parte de sus artículos de trabajo.
“Todo mi negocio se ha llenado de agua. He tenido que dejar todo encadenado para que el agua no se siga llevando mis cosas. Nos apena que esto justo nos pase en verano cuando hay más público(...). Ahora tenemos que reparar nuestras mesas y sillas que se han dañado”, comenta Isolina Ramos, dueña del restaurante Nancy del muelle de Ancón, a La República.
Joel Carrasco, presidente de la Asociación Multiservicios de las Palmeras de Ancón, teme que las ventas continúen bajando por el cierre al acceso a las playas.
“Esta medida nos está afectando muchísimo, la gente no viene porque el mar se está saliendo al malecón. Las ventas han disminuido. Si un comerciante vendía 200 soles, ahora solo vende 30 soles por día. No hay mucha acogida. Sin embargo, aun así, tenemos que salir”, manifestó.
La Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú ha comunicado que el último terremoto en Japón no supone un riesgo de tsunami para las costas peruanas. Este anuncio se basa en la monitorización y estudio continuo de los movimientos sísmicos y su posible efecto en las zonas costeras.