La clasificadora de riesgo Standar & Poor´s (S&P) redujo la calificación crediticia de Petroperú como emisor de deuda de largo plazo de BB a B+. Asimismo, recortó su perfil de crédito independiente de B- a CCC+.
Entre otros aspectos, el documento revela que la petrolera estatal atraviesa un momento de “debilidad” debido al gasto que ha supuesto la prolongada puesta en marcha de la Nueva Refinería de Talara (NRT). Sin embargo, considera que su operación a plenitud podrá ayudarla a saldar sus cuentas.
Por ello, S&P considera que, como resultado del estado de la compañía, las posibilidades de una reducción estructural de la deuda en 2024 parecen escasas. Además, la auditoría limpia de los estados financieros de 2022 “no restablecióla liquidez ni la solvencia de la empresa ni su reputación en el mercado”.
La calificadora espera un EBITDA “débil o nulo” para Petroperú en 2023, pero por encima de US$450 millones en 2024 y 2025 una vez que la NRT esté en pleno funcionamiento.
En consecuencia, continúa S&P, el apalancamiento de Petroperú debería disminuir a aproximadamente 16 veces después de dispararse en 2022-2023.
Además, espera que la cobertura de intereses del EBITDA "se acerque a 1,3 veces en 2024-2025" y que el flujo de caja operativo libre siga siendo negativo en 2024.
“Por ahora, su liquidez sigue dependiendo del apoyo del Gobierno hasta que restablezca su acceso a líneas de crédito bilaterales no comprometidas de corto plazo y se confirmen tanto la extensión del préstamo del MEF como la implementación de otras líneas de crédito de largo plazo”, sostuvo S&P.
Tras la publicación del informe de S&P, Petroperú anunció la gestión de nuevas líneas de crédito para saldar sus compromisos, además de una "serie de medidas para poder aliviar la situación financiera" y así cumplir los compromisos financieros de la empresa para el presente año y el 2024.