La COVID-19 hizo que la pobreza en el Perú alcance a 9,9 millones de ciudadanos (30% de la población), lo que significó un retroceso de 10 años en la lucha contra esta problemática (ver infografía).
Y, con la llegada del bicentenario –marcado por la reanudación total de la actividad productiva gracias a la vacunación–, el total de pobres se redujo a 8,5 millones (25,9%).
Es menester precisar que dentro de este universo, 1,3 millones son pobres extremos, es decir, aquellas familias donde se gasta menos de S/201 por persona en la canasta básica de alimentos. En la de pobres, el límite es de S/378.
Gran apoyo. Las ollas comunes atienden las necesidades de 250 mil peruanos que viven en extrema pobreza. Algunos pagan hasta S/3 por la comida, pero muchos la reciben gratis. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Sin embargo, tres años después del estallido de la pandemia, estaríamos lejos aún de frenar el incremento de la pobreza.
En palabras de Alex Contreras, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en el 2022 “probablemente la pobreza no se reduzca” debido a la inflación elevada y a la reducción del crecimiento económico.
Javier Herrera, economista y director de investigación del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), discrepa de los estimados del MEF y advierte que con la tasa de inflación en 8,46% –su nivel más alto en los últimos 26 años– y con un PBI por debajo del 3%, más el incremento del gasto en los hogares, la pobreza llegaría al 30%.
“No quiero adelantar cifras, pero con simulaciones muy simples, manteniendo la inflación de ahora y la previsión de crecimiento, asimilándola con el incremento de gastos de hogares, prácticamente regresamos a la pandemia. Otra vez 10 años atrás. Hay que esperar cifras oficiales”, detalló el también miembro de la Comisión Consultiva para la Medición de la Pobreza.
El incremento de la pobreza también se explicaría, a criterio de Herrera, por la mayor cantidad de subempleados –8,5 millones dentro de los 10 millones de informales– y por la inacción para contener el avance de la pobreza urbana.
En cifras del INEI, de una incidencia del 61% en el ámbito rural en el 2010, al 2021 esta bajó a 39,7%; mientras que en el urbano pasó de 20% a 22,3%.
“Los programas sociales (del Gobierno) se centran más en el pobre rural pese a que sabemos que en el 2021 hubo un incremento en el espectro urbano con 9 de cada 10 nuevos pobres. Ninguna política se ha diseñado para la pobreza urbana”, añade.
En entrevista con La República, el ministro de Economía, Alex Contreras, aseguró que durante su gestión se espera que el PBI crezca 4% –gracias a Impulso Perú y Con Punche Perú–, por lo cual la pobreza en el 2023 caería “entre 1,5 y 2 puntos”.
Herrera sostiene que aún persiste la incertidumbre de la inflación en puntos claves como los alimentos, ya que el alza de los precios agrícolas por la falta de fertilizantes y combustibles elevados puede continuar jugándoles en contra a los hogares.
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Finalmente, desde BBVA Research aseguran que la pobreza en el Perú se mantendría en 25,5% en promedio hasta el 2027.
Perfil. Regiones de la selva y sierra central concentran los mayores indicadores de pobreza por necesidades básicas insatisfechas (del 30,0% al 56,2%).
A la espera. Informe del INEI sobre la pobreza en el 2022 se lanzará en marzo del presente año. Tendrá un enfoque de pobreza multisectorial.
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