La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) informó que el Perú registró uno de los mayores crecimientos de la inversión extranjera directa (IED) de la región en 2021.
De acuerdo al informe anual La Inversión Extranjera Directa en América Latina y El Caribe 2022, América Latina y El Caribe recibieron US$ 142.794 millones de IED en 2021, un 40,7% más que en 2020, aunque “este crecimiento no fue suficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia”.
De esta manera, Cepal explica que los países que recibieron mayores inversiones en el periodo de estudio fueron Brasil (33%), México (23%), Chile (11%), Colombia (7%), Perú (5%) y Argentina (5%). El desarrollo, sin embargo, es disímil entre los países si se les compara con el avance de sus inversiones propias en el año previo.
“América del Sur fue la región que más contribuyó al crecimiento de las entradas de IED entre 2020 y 2021, explicando casi el 71% del aumento, seguida de Centroamérica. Además del Brasil, que siempre tiene una alta incidencia, los elevados crecimientos de la IED en Chile (66%) y el Perú (919%) en América del Sur y de Guatemala (273%) y Panamá (163%) en Centroamérica explicaron la mayor parte de la variación interanual”, refiere el informe.
También se señala que, en Argentina, Brasil y Colombia, la recuperación no fue suficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia, mientras que en Chile y el Perú se registraron los mayores valores de entradas desde 2015”, refiere el estudio.
Los sectores de servicios y recursos naturales, con aumentos de 39% y 62%, respectivamente, fueron los sectores más dinámicos, indica el documento. En el sector de las manufacturas, la caída de las entradas de IED en 2021 (-14%) se explicó por la disminución de inversiones en Brasil. En tanto, las telecomunicaciones y las energías renovables se mantuvieron como los sectores que despiertan el mayor interés de los inversores extranjeros para la realización de nuevos proyectos.
“Sin embargo, los anuncios de nuevos proyectos de inversión no repuntaron en 2021 y están en su punto más bajo desde 2007 (US$ 51.500 millones). Esto coincide con el mayor interés de los inversionistas por el desarrollo de nuevos proyectos en las economías desarrolladas, principalmente en la Unión Europea y Estados Unidos”, refiere el estudio.
A nivel de los componentes de la IED en Perú en 2021, Cepal señala que se presentó el mismo fenómeno de rebote ocasionado por los bajos niveles de 2020. La mayor parte de la IED ingresó como reinversión de utilidades (94% del total), con un monto que no solo fue equivalente a casi 100 veces el de 2020, sino que también duplicó el nivel promedio registrado desde 2003.
A nivel mundial, los montos de IED aumentaron un 64% en 2021, alcanzando aproximadamente US$ 1,6 billones. No obstante, América Latina y El Caribe perdieron participación como destino de las inversiones mundiales, representando 9% del total, uno de los porcentajes más bajos de los últimos 10 años y lejano del 14% que se registró en 2013 y 2014.
Asimismo, el número de fusiones y adquisiciones en la región en 2021 aumentó (33%), pero aún está en uno de los niveles más bajos de la década. Las 20 mayores operaciones totalizaron 18.000 millones de dólares y ocurrieron en Brasil, Chile, Colombia, Guatemala y México.
“En una región con bajos niveles generales de inversión, la inversión extranjera directa es fundamental para el diseño de una política productiva”, enfatiza el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
En 2021, los flujos de las empresas transnacionales latinoamericanas (traslatinas) también se recuperaron de la fuerte caída del año anterior (+302%). Mientras que Brasil, Chile y Colombia mostraron un incremento en los flujos de inversión directa en el exterior, México registró un retroceso.
El ejecutivo refiere que, para lograr un impacto positivo de la inversión extranjera directa, es necesario articular las políticas de desarrollo productivo con la atracción de inversiones de alta productividad en actividades que apoyen procesos virtuosos de desarrollo en términos de inclusividad, calidad del empleo, sostenibilidad ambiental, innovación y complejidad tecnológica.
“Las crisis en cascada que vive la región nos obligan a definir estrategias para posicionar a los países de América Latina y El Caribe en el panorama mundial de inversiones”, advierte el máximo representante de la Cepal.
De acuerdo con el documento, América Latina y El Caribe, con 660 millones de habitantes, se proyectan como el mercado con el mayor crecimiento de ventas de productos farmacéuticos del mundo entre 2021 y 2026.
En la región, la industria farmacéutica es pequeña (0,4% del PIB de la región y el 0,2% del empleo), pero tiene una alta productividad, emplea trabajadoras y trabajadores calificados y los salarios son más altos que en el resto de la industria manufacturera.
Por ello, la región necesita estrategias sectoriales y mecanismos de identificación de inversiones de calidad, complementadas con estímulos a las inversiones nacionales y a la investigación y desarrollo local, subraya la CEPAL.