El País y agencias
Organismos internacionales ya alertan sobre una posible estanflación en el mundo. En otras palabras se proyecta un estancamiento de la economía acompañado de altas tasas de inflación.
Hace dos semanas fue el Banco Mundial el que alertó de que esto se debe a que la guerra en Ucrania ha agravado los daños provocados por la pandemia de COVID-19 y acentuado la desaceleración de la economía mundial. Así, esto ha derivado en altos precios de productos básicos y problemas en la cadena de suministros.
“Los mercados prevén que la inflación alcanzará su punto máximo a mediados del 2022 y luego disminuirá, pero seguirá siendo elevada incluso después de esta crisis. El crecimiento mundial se ha reducido drásticamente desde comienzos de año, y para lo que resta de esta década se prevé que se mantenga por debajo del promedio de la década del 2010″, señaló.
La gasolina en el Perú encareció 7 soles en lo que va del 2022. Foto: composición LR.
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Ahora, el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), entidad conocida como el “banco de los bancos centrales”, advierte también esta situación.
“Hay riesgo de estanflación: las persistentes interrupciones por la pandemia, la guerra en Ucrania, el fuerte encarecimiento de las materias primas y las vulnerabilidades financieras ensombrecen las perspectivas”, enfatizó en su informe, en el que también revela que en tres de cada cuatro países analizados el índice de precios al consumidor (IPC) sube a un ritmo superior al 5% anual.
Cabe precisar que, en el caso peruano, la tasa inflación anual en mayo se ubicó por encima del 8%, pero por debajo del promedio de la región.
Pese a la advertencia de estanflación, el BIS ve lejana la posibilidad de que esta pueda igualar a la de los años setenta, cuando el alza de precios del petróleo desató una espiral inflacionista que se alargó en el tiempo y acabó por tumbar la economía. “Es improbable, gracias a los marcos macroprudenciales, las mejoras en la política monetaria y la menor dependencia energética”, apuntó.
No obstante, el organismo considera que se debe actuar rápidamente antes de que “la inflación se afiance”. “Las ventajas de salvaguardar la estabilidad para hogares y empresas superan a más largo plazo cualquier coste en que se incurra a corto plazo”, señaló el jefe del BIS, Agustín Carstens.
El Banco Mundial advierte que si se intensifican las actuales presiones estanflacionarias, es posible que los mercados emergentes y economías en desarrollo afronten graves desafíos como en 1970, por lo que recomienda con urgencia que estos países “refuercen sus reservas fiscales y externas, fortalezcan sus marcos de política monetaria e implementen reformas para reactivar el crecimiento”.
Infografía BIS/La República