Roberth Orihuela
El canon minero que reciben gobiernos regionales y municipios depende de las utilidades de las compañías mineras. A más utilidades, más canon. Con el precio del cobre alto el año pasado y este, dicha partida se incrementó de forma notable para Arequipa, Cusco, Moquegua, Tacna y Puno. Estas asignaciones sirven para la ejecución de obra pública, sin embargo, el portal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) revela que las autoridades regionales no ejecutan el íntegro de lo transferido.
Para este año a Puno se le triplicó el canon: aumentó de 115 millones a más de 500 millones. Es la región más beneficiada, pero según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la peor que ejecuta en el sur.
Su gasto desde 2017 no llega ni a 60%: 2019 (58%), 2020 (65%). De acuerdo al MEF, en el 2021, solo tres proyectos tenían un avance mayor al 90%. Se trata de obras que no pasan de los S/ 2 millones. La obra más grande del año pasado era el mejoramiento con riego presurizado en la microcuenca Yanamayo, en la provincia de Azángaro, con un costo de S/ 4 millones, pero que se quedó al 68% de avance.
Tacna este año recibirá 177 millones, más de 100 millones que el año pasado. Sin embargo, esta región que aloja a la mina de cobre de Toquepala de Southern, en los últimos años, tuvo baja ejecución presupuestal: el 2021 alcanzó el 95%, pero el 2020 (74%), 2019 (57%) y 2018(28%).
Moquegua y Arequipa llegan a usar casi siempre más del 75% de ese presupuesto. La región que mejor usa el dinero es siempre Cusco, con un promedio del 85% de gasto en proyectos de inversión.
El ingeniero Carlos Gordillo Andía resalta que lamentablemente las autoridades regionales no cuentan con equipos técnicos con experiencia en el planteamiento de proyectos de envergadura y por eso se usa el dinero en obras pequeñas, con un impacto mínimo. “Es cierto que se trata de obras necesarias, pero la labor de los gobiernos regionales es plantear obras que ayuden al crecimiento de toda su jurisdicción. Obras que generen el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) o a la interconexión de toda la región”, explica.
Por otro lado, Gordillo explica, la ejecución del 100% no equivale a calidad de gasto. Si bien Arequipa y Cusco usaron más del 80% del presupuesto, lo cierto es que no se nota un impacto verdadero.
Aún así, el gobernador cusqueño Jean Paul Benavente, asegura que el presupuesto es insuficiente para realizar todas las obras, pues los recursos provenientes por el Estado apenas alcanzan para pagar los gastos ordinarios como planillas. Sin embargo, el economista del Centro Bartolomé de las Casas (CBC), Pablo Villa Incattito, resalta que en Cusco las autoridades no hacen buen uso de los fondos.
Un buen ejemplo de ello es el Hospital Lorena, que empezó a construirse en el 2013 y no culmina.
Para el especialista es inexplicable que teniendo tantos recursos la región imperial no cuente con un nuevo nosocomio.
Otro buen ejemplo del mal uso de los recursos es Echarati (La Convención), favorecido con el canon gasífero. Sus últimas cinco autoridades ediles están procesadas por corrupción, algunos con prisiones preventivas y otros prófugos de la justicia. José Ríos, Elio Pro, Raúl Morales, Boris Chávez y Herbert Peña.
El economista Rodolfo Marquina, indica que los gobernadores con estos recursos adicionales, tienen una excelente oportunidad para acelerar la reactivación económica pospandemia con obras que generen trabajo temporal a corto plazo. Y a mediano plazo las obras pueden ayudar a mejorar la economía. “Solo hay que realizar buenas inversiones en proyecto públicos”, finalizó.
De acuerdo al Ministerio de Salud, durante el 2020, en Puno 7 de cada 10 niños menores de 5 años sufrían de anemia. De igual forma, pasa en regiones como Cusco, Arequipa, Tacna y Moquegua. El economista Rodolfo Marquina indica que el dinero del canon podría usarse para combatir este mal e invertir en proyectos que ayuden a eliminarlo.
También se podría usarse en mejorar colegios, nuevos hospitales y proyectos de ampliación de frontera agrícola o de reactivación del turismo.
Solo en Cusco, los indicadores del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), señalan que la anemia en niños de seis a 36 meses es del 57.4%, cuando el promedio nacional es de 40.1%. Otra cifra preocupante es que solo 42.6% de locales de instituciones educativas cuentan con agua. Solo el 55.8% de las viviendas en la región cuentan con electricidad y saneamiento. Y el 92.2% de agricultores realizan una agricultura de subsistencia.
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