Al término del 2021, el S&P Perú General, índice principal de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), registró una variación anual de +1,39%, con 21.111,73 puntos.
A detalle, los sectores que más ganaron el año pasado fueron construcción (35,51%) e industrial (35,43%), seguido de minería (5,55%). Mientras que los que más perdieron fueron financieros (-12,36%) y electricidad (-10,68%).
César Romero, jefe de investigación de Renta 4; y Jorge Luis Ojeda, profesor de Finanzas de la UPC; coincidieron en que la inestabilidad política propició el poco crecimiento del parque capitalino, a pesar de los altos precios internacionales de los commodities.
Romero detalló que minería y construcción presentaron recuperación en el último tramo del 2021, principalmente por empresas como Aceros Arequipa, Siderperú y Cerro Verde.
“Lo que hemos visto es una recuperación de los precios de los commodities, principalmente el cobre que marcó un máximo desde el 2010. Por el lado del sector construcción, se ha mantenido demasiado fuerte con los despachos de cemento ubicándose por encima del millón de toneladas métricas para todo el año. Esto ha generado un crecimiento dentro de esas acciones”, explicó.
No obstante, el experto enfatizó que, a pesar del “boom” del metal rojo, esta correlación no se reflejó en el mercado bursátil peruano. “La Bolsa peruana tiene una correlación bien fuerte con el precio del cobre y debido a las presiones políticas vimos que esta fue bajando. A pesar de que el mineral llegaba a máximos, la Bolsa se mantenía rezagada o estancada. Pero se reconoce que luego de que se desmintiera el cierre de las minas de Hochschild y se solucionara el conflicto en Las Bambas, se ha generado un clima bastante positivo al sector minero”, acotó.
El diálogo avanza. El 2022 tendrá que ser el año en que termine el conflicto en el corredor minero. De eso depende la continuidad del proyecto Las Bambas y la estabilidad del Gobierno. Foto: difusión
Otro de los sectores que estuvieron rezagados fue el financiero. De acuerdo con Ojeda, esto se debió principalmente al “rescate hacia las personas” como los retiros de fondos AFP y CTS; además de los préstamos a la mediana y gran empresa como el programa Reactiva Perú.
“Los bancos han tenido que establecer políticas más agresivas en cuánto a la evaluación y eso reduce su posibilidad de dar créditos. Además, varias instituciones financieras pequeñas han tenido problemas porque tienen carteras morosas que no pueden recuperar”, explicó Ojeda.
A mediados de diciembre, Credicorp Capital proyectó que el índice general de la BVL podría subir entre 10% y 15%, en particular, si el ruido político disminuye.
Al respecto, Romero afirmó que la cifra está dentro de lo previsible y que podría beneficiar principalmente al sector financiero.
“Creemos que el sector financiero será uno de los que crecerán más. Pasa que este depende mucho de la tasa del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), debido a que a una mayor tasa de referencia que ya ha subido a 3% hace que la tasa activa de los bancos se incremente y a raíz de eso ellos pueden sacar más en el spread. Esa es una de las noticias positivas, porque justamente si el panorama político no termina de afectar negativamente a la Bolsa, habrá una recuperación como la de BBVA a niveles relativamente precovid”, apuntó el especialista.
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En esa línea, las proyecciones de R4 prevén que el sector eléctrico “podría reactivarse ante los mayores dividendos del mercado”.
Mientras que, a contraparte, el rubro construcción podría haber ralentización de los despachos de cemento, “debido a la expansión de la inversión privada de un 0% (según cifras del BCRP)”.
Balance. El índice selectivo de la BVL cerró el 2021 con una variación anual de 2,20%, con 563,56 puntos.
Sectores. La Bolsa limeña cerró el año pasado con 9 indicadores al alza y 5 a la baja.
Infografía-La República.