El 2022 está muy cerca y, si bien en la actual coyuntura aún nos encontramos intentando salir de la crisis económica producto de la pandemia y el entorno político, la economía debe ser una de las prioridades con miras a lograr nuestras metas académicas, sanitarias, etc.
Por ello, Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, sugiere 12 recomendaciones simples para empezar este 2022 cuidando nuestras finanzas personales con el fin de mejorar la economía familiar.
Se debe tener claro cuánto ganas, cómo gastas y en qué gastas, para poder calcular el excedente o faltante, y a partir de allí saber cómo manejarlo.
En cuanto a los ingresos, siempre toma en cuenta el ingreso neto (después de los descuentos), y no el ingreso bruto.
Respecto de los gastos, se recomienda distinguir entre gastos domésticos (alquiler, luz, agua, teléfono, cable, internet, etc.), gastos de manutención del hogar (alimentación, aseo, salud, educación, etc.), gastos de transporte (pasajes, taxis, gasolina, etc.), “gustitos” diarios y “gustitos” semanales.
Normalmente, se incurre en gastos que no son estrictamente necesarios, ya sea de forma diaria (como comprar golosinas, gaseosas o jugar la lotería) o de forma semanal (como ir al cine, cenar en un restaurante o salir a un centro comercial).
Incluso, hay gastos que podríamos evitar, como gastar en taxis por no levantarnos más temprano y tomar el transporte público.
Este tipo de gastos debemos procurar controlarlos o reducirlos, para tener una mayor capacidad económica.
La planificación es fundamental parta no gastar de más al momento de realizar cualquier compra.
Por ejemplo, cuando vamos al mercado o supermercado, se recomienda elaborar una lista y respetar esa lista, para no adquirir algo que no necesitamos.
Asimismo, muchas familias compran productos “en mancha”, con el fin de ahorrar en conjunto por el precio “al por mayor”.
Otro ejemplo de una adecuada planificación es buscar previamente por internet el producto que voy a comprar, y de esta forma encontrar el mejor valor.
Uno de los mejores hábitos financieros es ahorrar, lo cual debes verlo como “pagarnos a nosotros mismos”.
El ahorro te permitirá alcanzar ciertas metas (como acumular para la cuota inicial de un departamento o un auto), así como afrontar algunos imprevistos (emergencias familiares, accidentes, etc.).
En este sentido, lo ideal es ahorrar al menos el 10% de nuestros ingresos, y acumular en el tiempo unos tres sueldos mensuales como mínimo.
La mejor manera de utilizar la tarjeta es bajo la modalidad de “crédito directo” o “pago total”, es decir, consume tus gastos del “día a día” con la tarjeta y la dejas en “cero” llegada la fecha de pago, ya que de este modo no pagas intereses.
Hacer un consumo con la tarjeta y pagarlo en cuotas o con los pagos mínimos suele ser muy caro, salvo que se trate de una promoción de “cuotas sin intereses”, donde sí nos conviene, siempre que sea un monto grande.
Solo debes endeudarte cuando se trata de un consumo que tenga un valor importante, como un electrodoméstico, un mueble grande o un viaje, cuya compra no podemos pagar en su totalidad a fin de mes.
En estos casos lo mejor suele ser un préstamo personal en vez de una tarjeta de crédito, ya que las tasas son más bajas en promedio.
Si, por ejemplo, ganas tu sueldo en soles y me endeudo en dólares, puedo correr el riesgo de que suba mucho el tipo de cambio, y aumente innecesariamente la deuda. Por ejemplo, en lo que va de 2021, el dólar ha subido un 12% aproximadamente.
Recordemos que el dólar es una moneda que varía mucho, y su valor depende tanto de eventos externos como internos que ocurran en el país.
Si tu sueldo o ingreso neto es, por ejemplo, S/ 1.500 al mes, lo que destines para pagar las cuotas de todas tus deudas juntas (tarjetas de crédito, préstamos personales, crédito vehicular, etc.) no debería ser más de S/500.
De lo contrario, podrías caer en sobreendeudamiento.
Cuando tomes un crédito, normalmente solo preguntas por la tasa de interés, pero, además de esta, las entidades financieras cobran otros conceptos adicionales, que son comisiones, seguros y otros gastos.
Si incluimos todos los cargos que nos cobran en un solo “paquete”, se obtiene justamente la TCEA (Tasa de Costo Efectiva Anual), que es la tasa real que debemos comparar.
No conviene tener muchas tarjetas de crédito o mucha línea de crédito en estos plásticos, ya que ello incrementa tu “deuda potencial”, y cuando solicites un crédito hipotecario o vehicular, no podrás acceder a estos productos a menos que canceles algunas tarjetas o reduzcas tus líneas.
Se recomienda tener máximo 2 tarjetas de crédito, y con líneas no mayores a 3 sueldos mensuales.
Debes cuidar tu reputación crediticia, cumpliendo puntualmente con tus obligaciones, y no exclusivamente cuando se trate de deudas con entidades financieras, sino también con otras instituciones como Sunat, el pago de luz, agua, teléfono, etc., ya que todo ello se reporta a las centrales de riesgo.
Si estás mal reportado, se limita tu posibilidad de obtener un nuevo financiamiento, pero además podrías perder oportunidades laborales.
Si estas en planilla, deberías aprovechar los ingresos “estacionales” como la gratificación, la CTS o el pago de utilidades, para poder reducir tus deudas caras o empezar a ahorrar.
Lo mismo ocurre si, por ejemplo, eres emprendedor y obtienes mayores ganancias en esta campaña navideña. Es una buena oportunidad para ordenar tus finanzas familiares.