A un año de pandemia, la situación de los principales conglomerados capitalinos sigue sin superar los indicadores de años previos al Covid-19.
Por ejemplo, Gamarra solía movilizar poco más de S/ 6.000 millones al año, y cerraba el primer semestre de la agenda comercial -ubicado este en la quincena de agosto- con ganancias de hasta el 50% de este monto; es decir, aproximadamente S/ 3.000 millones. No obstante, “en 2020 no vendimos prácticamente nada, y, bueno, para la primera mitad de este año llegaremos a menos del 30% (cerca de S/ 1,8 millones)”, explicó Susana Saldaña, presidenta de la Asociación de Empresarios de Gamarra.
Asimismo, la dirigente explicó que en las campañas anteriores, como la escolar, Día de la Madre y Día del Padre, apenas han podido alcanzar una subida del 40% en los ratios de venta, y pese a la ampliación de aforos al 40%, las ganancias siguen contraídas.
Vale precisar que el emporio comercial más grande del país, compuesto principalmente por el sector textil y confecciones, brinda hasta 1 millón de puestos de trabajo a nivel nacional.
Por su parte, Maribel Gutiérrez, presidenta de la Asociación de Propietarios de Polvos Azules, detalló que la situación sigue incierta al no elevarse los ratios de ventas e ingresos diarios.
La líder comercial explicó que antes de la pandemia un comerciante solía concretar ventas entre S/ 3.000 a S/ 5.000 al día, y ahora a lo mucho pasan los S/ 200.
“Antes entraban de 5.000 a 6.000 personas al día, y ahora a lo mucho la mitad. Está difícil la situación porque la gente está priorizando su salud. De estos 3.000 visitantes que ingresan diario, cerca del 20% son compras seguras”, narra.
Gutiérrez recordó que Polvos Azules está compuesto por 2.000 stands y brindan hasta 4.000 puestos de trabajo, pero no se han generado grandes expectativas debido a que no hay ningún acercamiento del Gobierno, específicamente con los programas crediticios como Reactiva Perú o FAE-Mype, por lo cual se hace difícil subsistir.
César Vásquez, vocero de Las Malvinas, reconoció que el conglomerado está viviendo “una curva ascendente”, explicado principalmente por la alta demanda de productos ferreteros (60%) y otros como calzado y dispositivos tecnológicos.
Vásquez recalca que las 60 galerías que la integran congregan a 80.000 comerciantes y dan hasta 400.000 empleos, y parte del repunte que viven se debe a la reducción en 95% de la informalidad.
En cuanto a las ventas, esperan alcanzar este año una recuperación del 80%, ya que últimamente se registran promedios diarios de ganancia de hasta S/ 2 millones (antes del Covid-19 era de S/ 3 millones).
“Tomamos consciencia de que los negocios deben mejorar, y si fuésemos un mercado negro, las marcas no querrían negociar con nosotros. Trabajamos con la PNP para una mayor seguridad”, concluyó.
Saldaña alertó que si bien tienen permitido atender con un aforo del 40%, los negocios de Gamarra apenas abren al 35% porque el resto lo ocupan sus trabajadores; y en caso de los manufactureros textiles, con este criterio no pueden recibir a muchos clientes.
“Buscamos ampliar los aforos para la producción a 50% porque la cadena de manufactura está afectada”, comentó.
Saldaña explicó que Gamarra produce para abastecer a cientos de miles de mypes a nivel nacional, y al limitarles los aforos a la manufactura -sumado a la falta de ayuda en acceso al crédito y no aplicación de salvaguardias a importaciones- “se les está empujando involuntariamente a las mypes hacia la informalidad”.
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