Este 30 de junio vence la prórroga que se le dio a las empresas para que utilicen stickers de octógonos en los productos alimenticios en vez de imprimirlas como parte de sus envolturas.
Vale precisar que nuestro país cuenta con la Ley de Promoción de Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, la cual debió comenzar a regir en junio de 2019; no obstante, se dio a las empresas dos prórrogas sucesivas para que usen octógonos en stickers, y ahora ciertos gremios como la Cámara de Comercio de Lima (CCL) pretenden que se dé una extensión más.
El titular del Ministerio de Salud (Minsa), Óscar Ugarte, precisó que el Gobierno mantendrá los lineamientos de la Ley de Alimentación Saludable con el fin de proteger a la población del consumo en exceso de sodio, azúcares y grasas saturadas.
Sin embargo, adelantó que tras escuchar los argumentos de las partes interesadas, para los productos procesados importados se permitirá que continúen aplicando adhesivos, alegando que nuestro país es de los pocos que exige que el octógono vaya impreso en la envoltura y, por lo tanto, “es difícil hacer un etiquetado solo para Perú”.
“Las advertencias se mantienen (...) En casos de los productos nacionales no hay razón para que la norma no se aplique en toda su extensión”, expresó .
Carlos Zúñiga, presidente de la Asociación Elegir, señala que no pueden hacer normas diferenciadas para productos que compiten en el mismo mercado.
El especialista sostiene que todas las empresas, sin importar su tamaño o proveniencia, van a tener que asumir un costo de adecuación y cumplir con el etiquetado indeleble, y no se puede ejecutar esta excepcionalidad ya que desde hace tiempo vienen diluyendo sus responsabilidades, al punto de que el Gobierno está desnaturalizando la norma y no está defendiendo la salud del consumidor.
“No es posible que faltando 15 días, después de tres años, les digan a algunas de estas empresas que sí les van a evitar que incurran en gastos. En la práctica se estaría premiando a las que nunca se adecuaron y no consideraron la adecuación a políticas de salud pública, permitiéndoles competir con quienes sí se adecuaron”, dijo.
Zúñiga estima que al darse esta diferenciación en el etiquetado indeleble se evitaría que los proveedores se incentiven en reformular sus alimentos a alternativas más sanas para evitar la readeacuación de gastos en sus empaques, ello en línea a que en setiembre se deben aprobar nuevos parámetros sanitarios para este sector.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Protección al Consumidor (Aspec), Crisólogo Cáceres, explica que el Gobierno está cediendo a la presión e intereses de los gremios, incurriendo en una “discriminación inaceptable”.
Cáceres considera insostenible darle la espalda a la salud pública y privilegiar a las firmas extranjeras que venden en nuestro mercado, ya que, cuando un peruano exporta sí debe observar y regirse a las leyes del país al que apunta; por lo tanto, quienes importan deben respetar nuestras leyes.
“Por ejemplo, acá etiquetaba Gloria como Leche Pura Vida y ponían una vaquita. Luego llevaron el producto a Panamá y allá la Autoridad Sanitaria le dijo que no puede etiquetar, según su ley, ese producto como leche porque no lo es, por lo que tuvo que ponerle su nombre correcto: mezcla láctea. Gloria calladita tuvo que acotar para poder seguir comercializando en Panamá”, apuntó.
Por último, Cáceres señala que es falso alegar que no se puede obligar a una empresa del extranjero a adecuar su etiquetado a nuestra legislación.
Según un estudio de Kantar Worldpanel, en el segundo semestre del 2019 versus el mismo periodo del 2018, el consumo de los productos con octágonos (finales y complementarios) en las familias cayó en 11%.
Productos finales como cereales listos, yogurt, embutidos, galletas, bebidas gaseosas, helado, pan dulce, sopas, refrescos líquidos, entre otros, fueron los más afectados.
La categoría más impactada por los octágonos alto en azúcar y alto en grasas saturadas fueron las galletas (-29%).
En el periodo de análisis, la mayonesa perdió tres puntos de penetración, lo que significaría que 150.000 hogares dejaron de adquirir el producto.
Dificultades. La fiscalización en bodegas, tiendas en general y supermercados a nivel nacional se entorpecería si no se obliga a todas las empresas a usar octógonos indelebles en sus envolturas, ya que habría que corroborar la proveniencia de cada producto para ver si cumple con su norma diferenciada, indican desde la agrupación Elegir.
Ministro Ugarte: “En caso de los productos nacionales no hay razón para que la norma no se aplique en toda su extensión”.
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