El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) recapituló este martes cómo recibió el país a la COVID-19, y cómo ello repercutirá en la calidad de vida de los peruanos.
Por ejemplo, en línea a la Encuesta Nacional de Hogares de 2019, la tasa de empleo formal se ubicaba en 26,4%, mientras que el empleo informal, llegó a 73,6%. ''De cada 100 personas que trabajan, 73 lo hacen informalmente y 26 bajo el empleo formal'', explicó Dante Carhuavilca, jefe del INEI.
''Cuando uno es formal tiene protección social, vacaciones, un horario definido, lactancias, CTS y cierto nivel de protección social. En cambio los informales están muchos más expuestos y vulnerables a cualquier crisis como la pandemia'', argumentó.
Por otro lado, advirtió que doce departamentos del Perú concentran un nivel de informalidad superior al 80%. Siendo Huancavelica el de mayor índice: 92,7%.
Fuente: INEI
Ante ello, Carhuavilca enfatizó que la COVID-19 estremeció el empleo nacional afectando principalmente a los sectores más vulnerables, teniendo este 94,7% en la informalidad.
''El ajuste en el mercado de trabajo (en Lima Metropolitana) no se ha manifestado tanto por las tasas de desempleo, sino más bien como efecto de la cuarentena por la suspensión de actividades y salida de la PEA y un contingente muy importante de trabajadores, recordemos que se perdieron 3 millones de empleos'', detalló Jaiver Herrera, investigador de IRD Perú.
Finalmente, Herrera precisó que buena parte de las pérdidas serán permanentes dado que varias empresas han quebrado o están por hacerlo, al verse destruidos sus capitales y activos, lo que conllevaría a que miles de peruanos recaigan en la pobreza.
''No me extrañaría que se retroceda una década de avance en lucha contra la pobreza'', concluyó.