Latam Airlines anunció el pasado viernes sobre el despido de 1.400 trabajadores dispersos en países como Chile, Colombia, Ecuador y Perú, a causa de los embates de la COVID-19 en su economía.
Desde su creación en 2012, tras la fusión de Lan (Chile) y Tam (Brasil), Latam se consolidó como el grupo de transporte aéreo más grande de América Latina y posee un grupo de 43.000 empleados.
La compañía abarcaba 145 destinos en 26 países y registraba 1.400 vuelos por día, aunque desde inicios de abril redujo al 95 % sus operaciones a medida que las fronteras internacionales se cerraban y la demanda se desplomaba por la pandemia del coronavirus.
‘’Pese a todos los esfuerzos que hemos hecho por cuidar los empleos, hoy nos vemos en la obligación de acatar los vencimientos de ciertos contratos temporales de colaboradores’’, indicó la aerolínea a través de un comunicado.
En la actualidad, Latam mantiene únicamente algunos vuelos domésticos en Chile y Brasil, y sesis frecuencias semanales entre Santiago y Miami, y tres más entre Sao Paulo y Miami.
Por otro lado, la firma sostuvo que a los trabajadores separados se les reconoció las obligaciones legales correspondientes y gozarán del seguro médico por un periodo adicional.
A la serie de despidos recientes en Latam, se sumará el programa de retiro voluntario de aproximadamente 800 personas en los seis países con presencia directa (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú).
Asimismo, durante la semana el ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Lozada, puntualizó que el Gobierno evalúa crear un fondo para ayudar a las aerolíneas que trabajan en el Perú.
"Hemos hecho una propuesta que la estamos sometiendo al Ejecutivo, tanto el Ministerio de Transportes como el Ministerio de Comercio Exterior, a efectos de tener un fondo que permita restablecer rápidamente los servicios de las aerolíneas’’, expresó a un medio local.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), 10,2 millones de personas trabajan en el sector de aviación y más de 65 millones, tienen negocios que dependen de esta actividad: hoteles, restaurantes y tiendas.
Además, IATA estima que las aerolíneas latinoamericanas perderán 18.000 millones de dólares en ingresos este año, marcado como el de la peor crisis de este mercado.
‘’Trabajamos con todos los gobiernos del planeta, las organizaciones internacionales encargadas del tráfico aéreo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la creación de un proceso de control sanitario de los pasajeros”, dijo el director general de IATA, Alexandre de Juniac.
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Detalló que los pasajeros pueden presentar una declaración sanitaria a su llegada al aeropuerto, pasar un control de temperatura en la entrada y usar obligatoriamente una mascarilla (incluso dentro del avión). ‘’Gracias a estas medidas el riesgo sería prácticamente insignificante’’, comenta el directivo, descartando así la necesidad de reducir el número de pasajeros en los aviones.
Un crudo ejemplo se vio el pasado 11 de mayo, cuando la colombiana Avianca se convirtió en la primera gran aerolínea en declararse en quiebra por la crisis del coronavirus, lo que lastra a un sector clave en su país de origen (y la región): el turismo y el comercio.
Para revertir esta situación financiera, Avianca requeriría entre 1.000 y 2.000 millones de dólares del Gobierno de Colombia, recoge Semana.
Fuente: DW, Semana, Forbes