La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) publicó un nuevo análisis sobre el impacto del nuevo coronavirus en el transporte aéreo, y reconoció que este seguirá afectado durante el mediano plazo.
Los más perjudicados ante la pandemia son los viajes internacionales y de larga distancia, asimismo, detallaron que las medidas de cuarentena contribuirán a deteriorar la confianza en los viajes aéreos.
Ante esta situación, IATA y Tourism Economics plantearon dos posibles escenarios en el rubro de viajes aéreos:
Escenario de referencia. En este se contempla la apertura de los mercados domésticos en el tercer trimestre y una apertura gradual más lenta de los internacionales. ‘’La recuperación de los viajes aéreos se vería limitada, a pesar de que la mayoría de los pronósticos apuntan hacia un fuerte repunte económico a finales de año y durante 2021’’, estimaron.
Asimismo, pronostican que para 2021 la demanda mundial de pasajeros – medida en pasajeros por kilómetro transportado (RPK) – sea un 24 % inferior al nivel de 2019 y un 32 % menos que la previsión de IATA el próximo año, realizado en octubre de 2019.
‘’incluso en 2025 los RPK serán un 10% más bajos respecto a la última previsión’’, señalaron.
Escenario pesimista. Aquí la apertura es más lenta y al igual que la relajación de las restricciones, las cuales se extenderían hasta el tercer trimestre ante un posible repunte del virus.
Y para 2021, los RPK globales serían un 34 % más bajos respecto a niveles de 2019 y un 41 % debajo del pronóstico anterior para 2021
Por otro lado, IATA calcula estima que la recuperación del mercado la lideren los vuelos domésticos, e identificó que el 58 % de los viajeros restringirá probable o muy probablemente los desplazamientos a destinos nacionales.
En cuanto a los RPK domésticos, en 2022 se recuperarán los niveles de 2019 y de internacionales, regresarán a este nivel en 2024.
“El impacto de la crisis en los viajes de larga distancia será mucho más severo y de mayor duración respecto a los mercados domésticos. Esto endurece los estándares de bioseguridad acordados e implementados a nivel global para los viajes aéreos. Apenas tenemos un pequeño margen para evitar las consecuencias de medidas unilaterales no coordinadas, como las que se establecieron tras el 11-S. Debemos actuar con rapidez”, dijo Alexandre De Juniac, consejero delegado de IATA.