A partir de este sábado 1 de febrero, el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) pasará a ser administrado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y ya no por el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin). Esta medida se aplica a través del Decreto de Urgencia 035-2019.
Según Luis Espinoza, exviceministro de Energía, este cambio de administración implica que se tendrá “más coordinación” entre el ejecutor –el FISE –y el diseñador de la política del tema –el Minem–.
Con esto, se evitará la demora de coordinación, dado que “a veces, el propio ministerio no tiene a la mano” los reportes del FISE para adoptar decisiones sobre la masificación, el GLP o paneles fotovoltaicos. “Al no tener esa información, no puede diseñar su política”, expresó.
“Sería mejor que el FISE esté junto con el ministerio, trabajando el programa de masificación”, añadió, explicando que el trabajo con Osinergmin es lento, dado que se trata de una coordinación entre instituciones separadas.
“La meta es poder llegar a un millón y medio (de conexiones residenciales) cuando termine el gobierno”, expresa Espinoza, reafirmando lo dicho anteriormente Juan Carlos Liu, titular del Minem, a este medio. Una meta agresiva a lograr.
Actualmente, según el exviceministro, hay un millón de conexiones que deberían sumar otras 500 mil cuando finalice el gobierno de Martín Vizcarra.
Sin embargo, el universo total de conexiones se mantiene alejado de la meta. “En 15 años hemos hecho un millón de conexiones”, explica. De acuerdo al Censo Nacional de 2017, hay 7 millones 698 mil 900 viviendas particulares censadas con ocupantes. Alcanzar ese número es lejano. “A esta velocidad no podemos ir, tenemos que darle más velocidad”, añade.
Espinoza detalla que el sector eléctrico ha conectado 7 millones de casas. Solo le falta casi 700 mil. “Nosotros en el gas estamos en un millón. Tenemos un camino muy largo. En 20 años no se puede hacer (las conexiones)”, señala.
Por ello, considera que el gobierno debería tener una estrategia agresiva para lograr anualmente las 400 mil conexiones domiciliarias de gas para en el 2030 llegar a los 5 millones.
Añadió que se el gobierno debe estructurar un paquete para invertir una cantidad anual, dentro del FISE, para que se generen más instaladores independientes para que realicen las conexiones en las casas.