La economía en Hong Kong empieza a resentirse seriamente a causa de la ola de protestas que empezó hace dos meses en la megalópolis del sur de China.
Carrie Lam, jefa del ejecutivo de Hong Kong, acusó el viernes a los manifestantes de poner en peligro el crecimiento económico. Según ella, las consecuencias podrían ser peores que las de la epidemia del Síndrome de Respiratorio Agudo y Grave en el 2003 y la crisis financiera del 2008, lo que conllevaría a que “la recuperación económica tarde mucho más tiempo”.
Las empresas, sobre todo las del sector turístico, empiezan a preocuparse por las consecuencias negativas de dos meses de manifestaciones. Las cifras económicas no son buenas. En julio, bajaron el número de visitantes y la tasa de ocupación hotelera ya que cayeron hasta un 50% las reservas de visitas en grupos.
“Creo que la situación es cada vez más grave”, indicó a la AFP, Jason Wong, presidente del Consejo de la industria turística de Hong Kong. Según él, el impacto se ve reflejado en que las agencias de viajes contemplan despedir a algunos de sus empleados para resistir las dificultades.
Las reservas hoteleras para agosto y septiembre “cayeron de forma significativa”, declaró un portavoz de la Oficina de Turismo de Hong Kong.
Los expertos le suman a esta inestabilidad social, la ralentización económica que ya sufría Hong Kong a causa de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Por otro lado, la situación económica tampoco era esplendorosa antes de las protestas, como lo refleja que su crecimiento cayó de un 4,6% al 0,6% en el primer trimestre de 2019, los peores datos trimestrales en los últimos diez años.
FUENTE: AFP