Cerca al clausura de Tokio 2020, una nueva hazaña olímpica que deslumbró a los seguidores de los Juegos Olímpicos se gestó. El boxeador brasileño Hebert Sousa superó al ucraniano Oleksandr Khyzhniak pese a tener en contra una ventaja aplastante de puntos. Un zurdazo al mentón le sirvió para mandar a la lona al europeo y así llevarse la medalla de oro en la categoría peso medio hasta 75 kilos.
Los dos primeros asaltos de la final fueron por unanimidad para Khyzhniak, ventaja que siguió conservando el europeo en el tercer y último round. Es así que cuando faltaba menos de dos minutos para que terminara el combate, Sousa sacó un letal zurdazo que derribó al ucraniano.
Khyzhniak se repuso en el acto, pero con dificultad; sin embargo, el árbitro no dejó que siga compitiendo al considerar que no estaba en condiciones. El juez decretó el final de la pelea pese a las protestas del europeo. La otra cara de la moneda fue el sudamericano, quien estalló de alegría.
En la imágenes de televisión se aprecia al pugilista brasileño arrodillado, lanzando gritos por lo que acababa de conseguir. Al momento en el que se decretó al ganador oficial, Hebert Sousa rompió en llanto.
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