En el Perú, existe una diversidad de leyendas urbanas que trascienden de generación en generación. Incluso, cada región del país cuenta con la suya, distinguida por ciertas particularidades. Tal es el caso de Arequipa y su historia de terror de Mónica, la ‘condenada’.
Si eres arequipeño o arequipeña seguramente habrás escuchado acerca de esta ‘alma en pena’ que se aparece ante los hombres. Si no conoces esta leyenda, te la contamos a continuación.
PUEDES VER: ¿Cuánto cuesta el menú universitario en la Universidad de Lima? El precio te sorprenderá
Según cuenta la leyenda, Bernardo, un joven arequipeño que salía a las calles a pasear con su moto hasta altas horas de la madrugada, fue la primera víctima de Mónica. Un día el characato, cuando se dirigía a su casa, tomó la ruta que daba con el cementerio y fue en ese camino que la vio. Ella llevaba un vestido blanco y su apariencia le parecía atractiva.
'Mónica, más allá de la muerte', es una película basada en la leyenda urbana de Mónica, la condenada. Foto: Cineaparte
Ambos cruzaron miradas y se saludaron. Ella le pidió ayuda para llegar a su hogar, y como el motociclista estaba encandilado, decidió llevarla. Aunque él le preguntó por qué estaba hasta tan tarde en la calle, Mónica no le contó y solo se subió a su moto.
“Gracias por ofrecerme tu ayuda. Ahora no importan los motivos de haberme quedado hasta estas horas… Solo llévame a mi casa. ¡Es urgente! Mi madre me matará, porque solo me dio permiso hasta las 12 de la noche”, le comentó Mónica al joven.
En la moto conversaron un poco, y él le dijo su nombre. A lo que la mujer le respondió: “Bonito nombre, yo me llamo Mónica”, y poco después le tomó la mano. No obstante, Bernardo se sorprendió de lo fría que estaba: “Pareces un cadáver”, le dijo. Es así como le ofrece su casaca de cuero y ella se la pone.
Minutos después llegaron a la casa de Mónica y cuando le intentó devolver la prenda, el joven se negó: “Me sentiré culpable si te resfrías. No te preocupes, mañana regreso por ella”. Ante sus palabras, ella aceptó y le dio un beso en la mejilla al despedirse.
PUEDES VER: Leyenda urbana: ¿quién fue Jack O’Lantern, el irlandés que originó el uso de calabazas en Halloween?
Al día siguiente, Bernardo estaba ilusionado por volver a verla y nuevamente fue hasta la casa de Mónica. Sin embargo, al tocar la puerta y preguntar por ella, salió una señora y negó conocer a la chica.
“¿Qué? Aquí no vive ninguna Mónica. Ya no vive en esta casa, hace mucho tiempo que murió en un accidente”, dijo la mujer de avanzada edad. El motociclista estaba pasmado y solo respondió: “Señora, lo que me dice no puede ser cierto. Ayer cuando la encontré solitaria y fría en la avenida, le presté mi casaca”.
Mónica, más allá de la muerte fue dirigida por Roger Acosta Escobar. Foto: Cineaparte
“Usted mismo lo ha dicho, ella traía el cuerpo frío. No pierda la esperanza, su casaca la encontrará en el cementerio, en el pabellón Benedicto XIII, número 14 16 y el saludo usted mismo se lo dará. Le garantizo que esta noche, a la misma hora, la podrá ver en la puerta del cementerio, siempre estará con su vestido blanco y su mirada angelical”, le advirtió la mujer sin contarle más detalles.
Bernardo se quedó atónito y sin poder creerlo, por lo que fue hasta el Cementerio General de la Apacheta, y tal como le indicó la señora, su casaca estaba en ese pabellón. También vio el nombre del nicho, el cual estaba acompañado con la foto de Mónica tal y como la había visto la noche anterior.
Asustado, el joven salió en su moto sin rumbo, y después de varias horas, terminó en el Hospital General. No obstante, Bernardo jamás se pudo recuperar del impacto que le causó la joven. Y como no podía olvidarla, desde la ventana del quinto piso del centro médico, aparentemente, la vio otra vez, y para estar junto a ella, se lanzó del quinto piso y perdió la vida.
PUEDES VER: Leyenda urbana: ¿por qué se cree que ‘el diablo’ apareció en la discoteca Señor Botija de SJL?
De entre las historias de duendes más conocidos del Perú, la creencia del Muqui es una de las más populares. Según la tradición oral, este pequeño hombrecito habita en los socavones y galerías de las minas.
Conocido por diferentes nombres, se cree que puede transformarse en un animal o en un hombre blanco y rubio, según la cosmovisión andina, el Muqui es un hombre pequeño y fornido. Su cabeza está unida al tronco y no tiene cuello. Es de rostro muy blanco y colorado, cubierto de vellos y barba blanquecina, larga, alcaparrosa y poseen cabellos rubios, brillantes y largos.
Existe muchas creencias relacionadas con el Muqui. Algunos aseguran que este duende minero determina lo favorable o desfavorable que pueda resultar un año de producción en una mina, mientras que otros afirman que esta criatura suele engañar a los trabajadores ofreciéndoles encontrar oro, plata y cobre a cambio de favores.
Foto: Tiempo Minero
En el pueblo Cachiche, donde la lideresa era Julia Hernández Pecho, viuda de Díaz. La mujer falleció a la edad de 106 años de edad, luego de que se le atribuyera una gran cantidad de hechizos y brebajes especiales, los cuales habrían alargado su vida. Además, los residentes del lugar la hicieron responsable de crear la maldición de la palmera de las siete cabezas.
Los relatos indican que la bruja mencionó que Ica se hundiría cuando la séptima cabeza de la palmera de las siete cabezas creciera. Y así fue, en enero de 1998, la séptima cabeza de la palmera no se cortó ni se quemó, lo que según los pobladores ocasionó la presencia de lluvias torrenciales y el desborde del río Ica, que dejó a miles de personas damnificadas y viviendas destruidas.
Julia Hernández Pecho es la bruja más famosa según la leyenda de Cachiche. Foto: Blog Leyenda Corta
Es actualmente un atractivo turístico de Ica por su curiosa forma. Seis palmeras nacen del suelo en forma de serpientes en lugar de crecer erguidas y, debido a lo dicho por Julia Hernández Pecho, los pobladores cortan la séptima rama antes de que salga a flote.
La palmera de siete cabezas se encuentra ubicado en Cachiche, Ica. Foto: Civa
Desde que se construyó la fortaleza del Real Felipe, este monumento ha sido objeto de varios relatos sobre presuntos ‘fenómenos paranormales’. Esto debido a que entre sus muros se han desarrollado diferentes actos vinculados con la muerte, como ejecuciones o torturas.
Una de las leyendas urbanas más populares es la del brigadier español José Ramón Rodil y Campillo. Este personaje fue uno de principales oficiales realistas que se mostró en contra de la Capitulación de Ayacucho. Como se sabe, dicho documento establecía que los españoles dejen el país a fin de que el Perú obtenga su independencia.
La excusa que empleó el militar Rodil para seguir en el Real Felipe fue que la capitulación no estaba firmada por el propio virrey de turno José de la Serna. Fue así que decidió atrincherarse por el lapso de dos años junto con otras personas afines a su causa.
El brigadier José Ramón Rodil se atrincheró en la fortaleza Real San Felipe en 1924. Foto: composición LR/Perútravel
Según el relato popular, estos, al no tener alimentos que ingerir, empezaron a alimentarse de roedores. La ingesta de estos animales, así como la falta de higiene en el castillo, produjo que varios cayeran enfermos. Adicional a esto, Rodil mandó a matar a todos aquellos que intentaron sublevarse.
La ferocidad y crueldad que empleó el español con las personas de dicha fortaleza no ha pasado desapercibida en la historia. En la actualidad, se cuenta que muchas personas ha ‘observado’ a este brigadier caminar por el Real Felipe.
En la fortaleza Real Felipe, diversos relatos hacen referencia a la dama de blanco, también conocida como Patricia. Estas mujeres pertenecían a la alta sociedad y se caracterizaban por vestir suntuosos trajes para caminar por el Torreón del Rey a fin de escuchar los diálogos de los soldados e informar al general José de San Martín. Lastimosamente, una de ellas fue identificada por los guardias, quienes la fusilaron a modo de venganza.
A partir de dicho incidente, esta figura femenina suele ‘aparecer’ vestida de blanco por la zona de los torreones del castillo, aparentemente en búsqueda de oír lo que hablan los visitantes y cuidadores.
El Torreón del Rey es uno de los puntos de la fortaleza Real Felipe en la que presuntamente hay 'fantasmas'. Foto: Flickr
Desde que el túnel de la playa La Herradura, ubicado en el distrito de Chorrillos, fue habilitado, han ocurrido algunos accidentes que ocasionaron hasta muertes. Por ello, residentes de sus alrededores lo empezaron a calificar como un ‘túnel maldito’.
Uno de los accidentes que ocurrió produjo la muerte de un anciano que vivía en las proximidades del lugar. Este fue embestido por un auto a tal velocidad que perdió la vida (y una de sus piernas). Además, cuenta la leyenda que el hombre vivía solo. Así, nadie pudo reconocerlo al momento de su deceso, por lo que fue enterrado cerca de la zona.
Es por eso que, a partir de dicho accidente, se cuenta que su ‘alma’ transita este lugar con la presunta intención de encontrar al causante de su fallecimiento. El relato popular refiere que, en más de una ocasión, varios transeúntes que pasan por el túnel se han topado con este ‘fantasma’.
El túnel de La Herradura fue construido en un principio por la CNET para que sus tranvías puedan llegar hasta dicha playa desde Lima. Foto: composición LR/Barranco vintage/Facebook/Salvemos todos la playa La Herradura/Facebook
En la actualidad, en local del club Samoa en la playa La Herradura ha quedado en escombros y piedras. Con el pasar de los años, La Herradura se fue en declive. Se ha convertido en un espacio abandonado que sirve como punto de encuentro de personas de mal vivir.
Según contaron los asistentes a la discoteca Señor Botija, un hombre muy apuesto ingresó al local y llamó la atención de una joven que decidió bailar con él debido a sus ojos hipnotizantes.
Momentos después de haber bailado algunas canciones, la joven notó que el hombre comenzó a cambiar la forma de sus piernas y estas se transformaron en escalofriantes patas de cabra. Los asistentes a la discoteca Señor Botija se vieron interrumpidos por los gritos de la muchacha y acto seguido las luces se apagaron.
Cuando la iluminación regresó, el hombre había desaparecido y la joven yacía muerta en el piso. Lo que más llamó la atención del público fue que la canción que se escuchaba fue “El señor de la noche” de Don Omar, publicada en el 2006.
Una de las leyendas urbanas más populares es la del 'diablo' en la discoteca Señor Botija de San Juan de Lurigancho. Foto: composición La República/Blup/El Sumario