Los tornados y huracanes son los fenómenos meteorológicos más devastadores que existen en el planeta. Suele haber confusión en la población a la hora de distinguirlos, ya que ambos son vientos que giran alrededor de un centro. Por eso, en esta nota te contamos cuál es la diferencia entre un tornado y un huracán.
Estos dos fenómenos generan corrientes de aire fuertes y peligrosas; sin embargo, el huracán se puede pronosticar, mientras que el tornado resulta casi imposible de predecir. A continuación te contamos todas sus características y consecuencias en la naturaleza y en el hombre.
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El tornado es un fenómeno natural de gran intensidad, pero de corta duración y extensión. Se trata de una masa de aire que gira sobre un eje a gran velocidad angular. A raíz del cambio climático, su presencia es cada vez más frecuente en diferentes zonas del planeta y con mayor intensidad, por lo que ha producido efectos y daños devastadores tanto materiales como humanos.
Sus vientos en forma de espiral alcanzan las 300 millas por hora. El tornado suele aparecer sin ningún aviso previo, lo cual puede devastar un vecindario y dejar daños graves. En ocasiones, también presentan tormentas tropicales.
Un tornado es casi imposible de prever. Foto: AFP
Los huracanes son los fenómenos atmosféricos más violentos y fuertes en la Tierra. Son peligrosos, ya que provocan vientos fuertes, lluvias torrenciales, marejadas e inundaciones. Se les suele conocer como tifones o ciclones, dependiendo del lugar donde se produzcan.
El huracán forma parte de la familia de los ciclones tropicales y es un proceso natural que transporta el exceso de energía del área tropical a las regiones más frías. Cabe detallar que solo los ciclones tropicales que se forman en el Océano Pacífico y el Océano Atlántico se denominan huracanes.
Los tornados son consecuencias de las tormentas eléctricas y pueden presentar granizo. Un tornado se forma cuando se dan ciertas condiciones de cambios en la dirección y velocidad de una tormenta. Así, se produce un efecto giratorio en horizontal, el cual crea a su vez un cono vertical por el que el aire asciende girando dentro de la tormenta.
Los fenómenos meteorológicos que generan la aparición de un tornado suelen ocurrir con mayor frecuencia por el día que por la noche. En tanto, las estaciones que registran mayor cantidad de tornados son la primavera y el otoño. No obstante, puede aparecer a cualquier hora y día del año.
La primera condición para que se forme un huracán es que las aguas del océano superen los 26ºC, ya que a partir de esta temperatura se produce una evaporación significativa. Este fenómeno ocurre solo en océanos de aguas templadas, cerca del Ecuador, ya que son motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible.
Los huracanes se originan por la presencia de tormentas eléctricas que se desplazan sobre las aguas oceánicas cálidas y no se mueven de la misma forma. Cuando el aire cálido de la tormenta y el de la superficie del océano se juntan, empiezan a elevarse en forma de remolinos, lo cual disminuye la presión en la superficie del océano.
En tanto, los vientos que transitan en direcciones opuestas generan que la tormenta gire, mientras que la elevación del aire cálido hace que la presión disminuya a mayor altitud. Luego, la tormenta gira a raíz del movimiento de rotación de la Tierra y la energía del agua caliente aumenta la rapidez de los vientos. De esta forma, la tormenta aumenta de categoría y desencadena un huracán.
Un huracán es un desastre natural que se representa a través de un ciclón tropical de fuertes vientos. Foto: AFP
El tornado presenta diferentes tamaños y formas, pero tienen ciertas características particulares. A continuación te detallamos cada una de ellas:
Las consecuencias de los tornados generalmente son devastadoras, pero la gravedad de los daños dependerá de la energía que el fenómeno meteorológico adquiera y el tiempo que dure. En ocasiones, suele dañar tejados, levantar objetos y arrojarlos a kilómetros de distancia con velocidades peligrosas.
Cabe destacar que un tornado también suele ir acompañado de lluvias intensas, vientos fuertes y granizo.
Los huracanes giran dependiendo del hemisferio en que se formen. Si se originan en el hemisferio norte, el huracán girará en sentido contrario a las agujas del reloj; en cambio, si se forma en el hemisferio sur, volteará en sentido horario.
Asimismo, cuando el aire continúa girando de forma continua, se comienza a formar en el centro un ojo, el cual suele denominarse ojo del huracán. En este espacio, las presiones son muy bajas.
Estos fenómenos meteorológicos se debilitan una vez que ingresan a la Tierra, pues ya no pueden seguir creciendo a partir de la energía del océano. Es por eso que desparecen una vez tienen contacto con esta; sin embargo, generan graves pérdidas materiales e incluso pueden causar la muerte.
Un huracán puede tener cinco categorías, de acuerdo con la escala de Saffir-Simpson. Esta mide la velocidad de los vientos y del paso, así como la magnitud de los daños que puede causar al llegar a tierra.
El huracán es el fenómeno meteorológico más destructivo. Foto: AFP