El estreñimiento es una alteración digestiva muy molesta que se caracteriza por la dificultad para expulsar las heces, la cual puede prolongarse por días e, incluso, semanas. Esta suele causar ardor y dolor en el abdomen, así como gran incomodidad en aquellos que la padecen. Del mismo modo, la gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago que obliga a las personas que la padecen a seguir una dieta estricta por un tiempo prolongado.
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Para combatir estos problemas estomacales, especialistas de la salud recomiendan consumir de manera regular las frutas, en especial una que posee la capacidad de aliviar los síntomas de las enfermedades mencionadas líneas arriba: la granadilla. Diversos portales medicinales de internet refieren que este superalimento es bueno para diferentes afecciones estomacales debido a que es un cicatrizante natural.
La granadilla posee una dosis significativa de vitamina A y es fuente de fibra. Foto: difusión
La granadilla posee múltiples beneficios para la salud. En primer lugar, se destaca del resto de alimentos por sus propiedades antioxidantes, que estimulan la síntesis de colágeno y previene la aparición de enfermedades que afecten el funcionamiento de la vista.
También, tiene un alto contenido en fibra. Dicha propiedad evita el estreñimiento y otros problemas digestivos como la gastritis, según indica la revista BMJ. La granadilla puede consumirse de forma natural, abriéndola y consumiendo las semillas con una cuchara y también en presentaciones como jugos naturales, compotas, mermeladas o dulces.
Estas son las propiedades que brinda la granadilla. Foto: difusión
La comida que incluyas en tu dieta juega un papel fundamental para evitar y combatir el estreñimiento. A continuación, te enumeramos algunos alimentos de los que debes prescindir debido a que tienen poco o nada de fibra.
El gastroenterólogo es un especialista con experiencia en las enfermedades que afectan el sistema digestivo, que incluye el tracto gastrointestinal (esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano), así como el páncreas, el hígado, los conductos biliares y la vesícula biliar.