El escritor español Javier Cercas ha vuelto a exponer las entrañas de su ya afamado personaje, Melchor Marín, quien fuera primero un avezado delincuente y, después, reconvertido en policía y bibliotecario. Melchor aparece en su nueva novela, El Castillo de Barbazul (Ed. Planeta), motivo por el cual el novelista, desde Madrid, vía Zoom, conversó con periodistas latinoamericanos.
Con El Castillo de Barbazul, el escritor cierra la trilogía que empezó con Terra Alta y después Independencia. En esta novela, Melchor Marín, que ahora, además de oscuridad ofrece su lado más luminoso, va en búsqueda de su hija Cosette, quien, molesta porque su padre le ocultó la historia y la muerte de su madre, no regresa a casa de un viaje y se incomunica. Ha caído en manos de depredadores sexuales.
Consultado si la historia se concibió para que Melchor Marín, como justiciero que es, en esta ocasión luche contra la violencia de la mujer, el escritor admitió en parte, pero también señaló que el tema se venía decantando en las novelas anteriores de esta saga.
“La respuesta es sí. La respuesta es que no solo El castillo de Barbazul sino en las tres novelas de esta trilogía tienen como tema central la violencia contra las mujeres. Se habla del abuso del poder como tema central de estas en tres novelas, pero la violencia contra las mujeres es pura y simplemente una forma del abuso de poder. Una forma particularmente abyecta, particularmente presente en nuestra sociedad y particularmente importante ahora porque –parece increíble– acabamos de darnos cuenta que ello es un hecho capital en nuestras sociedades, y no solo en Latinoamérica sino en todo el mundo”, afirmó Javier Cercas.
Nuevo libro de Javier Cercas profundizará en la problemática de la violencia contra las mujeres. Foto: difusión
El escritor explicó que la mitad de la humanidad le ha tenido el pie en el cuello a la otra mitad. Y que es una realidad desde que el mundo es mundo. Y que esa mitad, que es la de los hombres, la “han tenido postergada, apartada, sometida... llámale como quieras, con la palabra que apetezcas; ninguna, me temo, será lo suficientemente dura a esa mitad de la humanidad”.
“Yo siempre cito a Aristóteles, pilar de la cultura occidental. Escribió en La política, literalmente, ‘las mujeres son inferiores a los hombres’. Y esto lo escribió Aristóteles porque toda su época lo pensaba y todas las épocas lo han pensado. Basta leer a los grandes filósofos del siglo XIX y XX, como Schopenhauer, Nietzsche, etc. Es un hecho y de este hecho nos hemos empezado a dar cuenta hace muy poco tiempo”, enfatizó.
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Asimismo, aseveró que “seguro es el problema más importante que tenemos junto con la destrucción del planeta. Y esto –subrayó– no es una opinión, es un hecho”.
Expuso que el tema de la violencia contra las mujeres recorre toda la trilogía, y no es cuestión de que él haya ido a buscarlos porque, arguyó, los novelistas no van en busca de los temas.
“Nosotros no buscamos temas; son los temas que nos encuentran a nosotros. Es decir, yo no me propuse abordar este tema, yo me encontré con un personaje que desde la primera novela está asediado por esta cuestión de violencia contra las mujeres: su madre es asesinada, su mujer es asesinada, y esto lo lleva dentro como algo que lo define como persona”, dijo.
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También explicó que de allí viene la oscuridad de Melchor Marín. Viene de que su madre era puta, que él mismo había nacido en el peor barrio de Barcelona metropolitana. Viene de que su madre había sido asesinada y también asesinada su esposa. Es decir, ya no puede soportar la violencia que se ejerce contra las mujeres. Esa situación lo lleva al dilema de no saber si su accionar será en pos de justicia o venganza.
Para Javier cercas, un novelista es al final y al cabo “un termómetro”. Un novelista, dice, no vive en otro mundo. Vive en el mundo que todos viven.
“Entonces, del mismo modo que nuestro mundo o que mi mundo ha cobrado conciencia de este asunto en mis novelas, este asunto ha aflorado en estas novelas de manera no deliberada sino de manera natural, que es como afloran las cosas en las novelas. Las novelas, a diferencia de los artículos, ensayos, no se escriben solo con la parte racional, se escriben también con la parte irracional y a veces lo irracional es más importante que lo racional. Entonces, esto un poco ha salido de las tripas, que es de donde salen o deberían salir las novelas”, subrayó el escritor.
Y también reflexionó sobre la utilidad de la literatura, que se diferencia de otras disciplinas.
“La literatura cambia la realidad, cambia el mundo, pero no lo cambia como lo cambia una ley ni lo cambia como la política o la guerra. La literatura cambia el mundo cambiando la percepción del mundo de cada uno de los lectores. Eso hizo la literatura con Melchor”, concluyó Javier Cercas.