Kill Bill, la cuarta cinta de Quentin Tarantino, es una de las películas de acción más impresionantes del cine. Su éxito radica en las elaboradas coreografías, la dosis de violencia y ritmo vertiginoso con el que la historia transcurre para dejar atónito al espectador.
Como vimos en el film, ‘La novia‘, una experta y temible asesina despierta de un coma y descubre que el hijo que llevaba en su vientre ya no está. Ante esto, decide salir a buscar a los criminales que la traicionaron y cumplir su venganza.
En una entrevista para ReelBlend, Tarantino reveló que Uma Thurman no estaba feliz con el traje amarillo que usaba en Kill Bill: “Lo odiaba. No lo entendía. Pensaba que parecía un polo de plátano. No le convencía, prácticamente no tenía ni idea de quién era Bruce Lee”.
Pese a esto, el director asegura que “ahora que se ha convertido en algo totalmente icónico y la protagonista está algo más convencida”. La noticia ha sorprendido y tranquilizado a los fans que no habrían imaginado el descontento por parte de la actriz.
Desliza las imágenes para ver cómo luce la casa en la que se grabó una memorable escena de Kill Bill. Fotocapturas: Google Maps.
La entrevista fue realizada en motivo a la novela de Érase una vez en Hollywood, pero ahora está que se habla más sobre la tercera entrega de Kill Bill que contaría el destino de La novia.
Como se recuerda, durante el podcast The Joe Rogan experience, el cineasta manifestó su interés por tener de vuelta a Uma Thurman en el papel de Beatrix Kiddo y a la hija de la actriz, Maya Hawke, como la versión adulta de B.B..