Por: Jannina Eyzaguirre V.
Desde Berlín (Alemania), la directora Melina León celebra el Colón de Oro que recibió la película Canción sin nombre este fin de semana en el Festival de Huelva. “Es una etapa de la cinta que va en ascenso y es una emoción total. Lo de Huelva ha sido contundente, lo especial es que viene de España, país con el que tenemos una coproducción”, revela a través del hilo telefónico. En Berlín, Canción sin nombre se estrenará este viernes como parte del Around the World in 14 Films, el segundo festival más importante después de la Berlinale.
¿Cómo va la expectativa del estreno del filme en Berlín?
-Alta, es una ciudad cinéfila. Es otro honor gigante porque es un festival que elige solo a las 14 mejores películas que ellos consideran que han visto este año. Desde Cannes hasta ahora.
Canción sin nombre se vio durante el Festival de Cine de Lima, pero hay quienes se cuestionan por qué el estreno general será hasta marzo.
Porque estamos esperando el mejor momento. Ese horario en el que los cines anuncian cada jueves qué es lo que va a estrenarse está muy copado para fines de este año, y nosotros, al no tener protección en cuanto a distribución y ante campañas multimillonarias, hemos decidido estrenar en marzo para poder llevar la mayor cantidad de gente al cine y que no se afecte la película. Tampoco queríamos competir con otras peruanas ni con los grandes lanzamientos de Hollywood porque no lo hacemos en iguales condiciones. Ellos tienen millones de dólares en publicidad y uno sale con los 40 mil que te da el Estado.
Y la ley del cine sigue congelada. Las películas peruanas se exhiben durante pocas semanas, salvo algunas excepciones.
-Sí. Las películas son maltratadas. Sé que se están haciendo intentos para llegar a un acuerdo, pero hasta ahora, como no hay ley, no existe esa posibilidad.
¿Por qué crees que hay esa desidia con el cine peruano?
-Es una falta muy grande de conocimiento y visión de lo que debe ser un país y hacia dónde debemos apuntar como seres humanos. Hay un desconocimiento terrible, actúan en base a la ignorancia. Es mentira que las películas peruanas pueden competir en iguales condiciones. Las películas extranjeras tienen un subsidio y los países no dejan así no más las películas a su suerte. En Perú tampoco, el Ministerio de Cultura lleva ya 10 años en una labor importantísima y los resultados son que exista un cineasta como Óscar Catacora, que ha hecho una maravilla de película como Wiñaypacha, o Álvaro Delgado Aparicio, que no se formó en el cine pero tenía talento y lo demostró con Retablo. Hay una generación importante de cineastas que están ganando premios en todo el mundo y eso es gracias al Ministerio y a nuestros dos tercios de esfuerzo de proceder con fondos internacionales.
Pero falta la ley de cine...
-Sí, falta la ley que respalde porque todo esto se logra cada año pero de milagro, gracias al esfuerzo de la gente. El próximo año, podría tranquilamente y de manera legal no haber dinero para el cine. Todo lo que se ha logrado debe mejorarse y garantizarse. Y esta ley, con todas sus falencias, permitirá tener un presupuesto más holgado, sobre todo, al cine regional que ha demostrado tener más contundencia y recibe fondos muy por debajo de Lima.
¿En que nuevas historias trabaja Melina León?
-Estamos trabajando en tres proyectos con la misma gente de Canción sin nombre para hacer en Perú y uno más que probablemente se haga con un grupo de cineastas de Asia, la India y Turquía. Ninguno de los cuatro es concreto, pero sí estoy recibiendo interés en mi trabajo y eso me alienta mucho.
¿Qué es lo que estás escribiendo junto a Pamela Mendoza (protagonista de Canción sin nombre)?
-Estamos en esas negociaciones. Probablemente desarrollemos una historia juntas. Ella es super creativa, además de artista es antropóloga, conoce muy bien la realidad y cultura andina, es una apasionada.
¿Hasta cuándo te quedas en Berlín? ¿Qué es lo que se viene para Canción sin nombre?
-Hasta el 1° de diciembre. Luego en Perú anunciaremos la fecha exacta de nuestro estreno junto al nuevo trailer y después nos vamos a Cuba porque estamos seleccionados en el Festival de La Habana.