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Cine y series

Jan Hřebejk: “La memoria colectiva es muy importante”

Cineasta checo vino a Lima a participar en el Festival de Cine Europeo, en el que presenta La Rosa de Kawasaki, filme político que mereció el 2011 una nominación al Óscar.

Por: Zoraida Rengifo

La edición número 31 del Festival de Cine Europeo de Lima trajo como invitado a Jan Hřebejk, director de la película checa La Rosa de Kawasaki, la misma que se proyectó en compañía de su realizador. Este largometraje que ha sido bien recibido por la crítica internacional fue candidato para la nominación al Óscar de Hollywood como película extranjera en el año 2011. Además de recibir dos premios importantes en el Festival de Berlín-La Berlinale.

La Rosa de Kawasaki narra la historia de Lucy, que luego de descartar un posible cáncer descubre más de un secreto que su familia le guardaba. Esto la llevará a ir en busca de su origen y de su verdadero padre. Encontrando una verdad llena de ambigüedades.

El director checo es uno de los más reconocidos cineastas de su país. Egresado de la renombrada Escuela de Cine de Praga y crítico acérrimo del anterior régimen socialista checo. El cineasta fue a dictar una clase maestra en la facultad de Letras de la Universidad San Marcos, ocasión para conversar sobre su trabajo.

Usted tiene una amplia producción cinematográfica, ¿pero cuál es su motivación principal para hacer cine?

Yo empecé a estudiar dirección en la escuela de cine porque deseaba ser director. Entonces para mí es un privilegio poder hacer películas, es mi vida, no hago otra cosa. Estoy encantado de poder hacer cosas que quería hacer cuando tenía 16 años. Sin embargo es mi trabajo, entonces no es solo un mundo romántico.

¿Realizar La Rosa de Kawasaki ha significado un desgaste emocional importante?

La película era muy importante para mí por varios motivos. Era mi décima película y la primera que se realizaba con tecnología digital. La primera vez estaba filmando con dos cámaras y con un camarógrafo muy experimentado, mayor que yo. Pero esta película la hice con un chico que empezó como mi asistente. Es la primera vez que trabajo con un joven, lleno de energía. De hecho esta es la primera película seria que realizo.

Esta es una película de contenido político, ¿usted siente que es producto de lo que fue la Primavera de Praga o de lo que fue la Checoslovaquia socialista alguna vez?

Yo nací en el año 68, así que allí fue la Primavera de Praga con la que me identifico. Terminé mis estudios hace unos 30 años, justamente en la época de la revolución que empezó con las manifestaciones de estudiantes. Fui miembro de la comisión de manifestaciones que se realizaban. Empecé a hacer películas a principios de los años 90, en un momento de cambios. Cuando tuvimos que ir a un festival, en Londres, nos presentaron como una generación de terciopelo, pero por supuesto esta generación no es tan fuerte como la de Checoslovaquia de los años 60.

Cuando se refiere al enemigo en esta película, que además es un término que se menciona todo el tiempo, ¿es en alusión al sistema socialista checo?

Hago referencia al régimen totalitario que duró 40 años, nosotros solo utilizamos estos personajes para ver diferentes ángulos dentro de la historia. El régimen estaba hecho de personas completas y complejas, así como sus reflexiones.

¿Esa fue la intención de lo que quiso impregnar en Lucy, personaje principal del filme? De hecho, la analogía que produce el nombre de la película también habla de complejidad y a la vez fragilidad.

Pienso que yo intenté reflejar tres generaciones de mujeres. La mamá es la actriz principal de lo que pasó antes, la hija se siente traicionada porque le han mentido y la nieta lo ve todo con una gran distancia. Las actitudes que la gente checa podría tener hacia el régimen totalitario están reflejadas en los personajes masculinos. El doctor que primero ha colaborado y después ha rechazado el régimen, el escultor que tuvo que emigrar y el policía secreto. También estoy mostrando que es superdifícil ser jueces de lo que pasó, porque el que quiere ser juez en la película es el más joven y ese es el más grande error.

¿No hay del todo culpables, ni del todo inocentes?

Bueno, yo pienso que el policía secreto actúa como un demonio, aunque igual es un personaje muy fuerte e inteligente.

Considerando que es el personaje más duro y nefasto: Kafka, la película termina con una celebración a él.

Esa es la ironía.

Hay un trabajo actoral impresionante, ¿cuánto le toma este proceso?

La mayoría de los actores poseen mucha experiencia, lo interesante es que tres de los personajes principales son eslovacos. Entonces no estaban actuando en su propio idioma y el escultor no es actor, es un fotógrafo muy conocido a nivel mundial que había emigrado a los Estados Unidos, su nombre es Anthony Kratochvil. Él tuvo una experiencia de filmación con Bertolucci, entonces sabía cómo desarrollarse aunque nunca actuó.

¿Qué tan importante es mostrar a la nueva generación de su país la historia que ha vivido?

Es muy importante para mí y por eso la mayoría de mis películas trata de una historia pasada, de una reflexión sobre lo ocurrido. Las películas con más éxito que he realizado eran comedias o tragicomedias, que es una manera de ver la historia trágica, pero por medio de la risa. Es una tradición de nuestro país.

¿Será una de las razones del éxito que ha alcanzado a nivel internacional?

Sí, de hecho fue premiada en la Berlinale, inauguré la sección panorama de la Berlinale y eso fue un buen inicio para esta película, porque Berlín cuenta con un buen mercado. Lamentablemente la política checa no es tan influyente como la política rusa, por ejemplo. Pero podríamos decir que ha sido mi película más exitosa.

¿Qué tan difícil es hacer películas en la República Checa?

Es difícil en todos lados, es superdifícil encontrar distribución. También se dificulta el marketing. Lo más complicado es que todo tiene que salir bien, entonces nunca depende solo de una persona. Para que una película tenga valor después de muchos años, tiene que ser como un vino, la mayor parte de vinos están hechos para el consumo inmediato, pero los mejores vinos tienen que madurar. Entonces el valor de una película es que uno tiene que ser capaz de mirarla después de muchos años.

¿Considera que hay algo positivo que rescatar del sistema socialista de la antigua Checoslovaquia?

De repente había algunos detalles chiquitos que quizás fueron positivos para alguna gente. Pero para mí, concretamente, no había nada positivo. La película está estrenada aquí por los 30 años de la generación de terciopelo. Yo pienso que en cada nación, donde pasan estas cosas, la memoria colectiva es muy importante. Pero la memoria directa no necesita realmente atención, existe una incertidumbre en la memoria directa. Por ejemplo, durante mi charla después de la proyección en Cusco, yo lo comparé a una pintura. Cuando tú eres testigo de un hecho ocurrido hace muchos años, tú estás viendo solo una pequeña parte en la que tú te involucraste, pero tú necesitas tener una distancia para ver la pintura completa. Nosotros ofrecemos testimonios individuales para la siguiente generación.