China continúa su avance en la exploración lunar con el lanzamiento de Tianzhou-8, una nave de carga que despegó desde el Centro Espacial de Wenchang en Hainan a bordo del cohete Long March-7. La misión tiene como objetivo transportar ladrillos lunares, fabricados a partir de un simulador de suelo lunar, hacia la estación espacial Tiangong, donde serán sometidos a rigurosas pruebas.
Estos ladrillos, tres veces más fuertes que el hormigón tradicional, fueron creados en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong. Según Zhou Cheng, investigador principal, "los bloques tienen una capacidad de carga que supera una tonelada por centímetro cuadrado". La evaluación en condiciones extremas permitirá validar su uso en la futura estación lunar que China proyecta construir en colaboración con Rusia para 2035.
Los ladrillos lunares representan una solución innovadora que combina tecnología avanzada con la sostenibilidad en el espacio. Utilizando basalto y anortosita, materiales abundantes en la Luna, los científicos lograron desarrollar bloques que se sinterizan a temperaturas superiores a 1.000 ºC., con lo que maximizaron su resistencia.
“Estos ladrillos son ensamblables y tienen la capacidad de soportar una tonelada de peso por centímetro cuadrado”, explicó a China Daily Zhou Cheng, profesor a cargo del proyecto. La tecnología también contempla el uso de impresoras 3D para construir infraestructuras en la Luna con recursos in situ, lo que reducirá significativamente los costos de transporte desde la Tierra.
Están hechos de un material especial diseñado para soportar las extremas condiciones de la Luna, como radiación intensa, micrometeoritos y variaciones de temperatura. Foto: DEF
En la estación espacial Tiangong, los ladrillos serán sometidos a pruebas que incluyen exposición a radiación cósmica, fluctuaciones térmicas de hasta 370 grados entre el día y la noche, y el vacío espacial. Este análisis, que durará entre uno y tres años, permitirá determinar si los materiales pueden soportar las duras condiciones de la Luna.
stos ladrillos fueron transportados por la nave de carga Tianzhou-8, parte de un esfuerzo de investigación a largo plazo para habilitar asentamientos lunares. Foto: Global Times
Tianzhou-8 también transporta suministros para las tripulaciones de las misiones Shenzhou 19 y 20, además de cargas experimentales que incluyen moscas de la fruta para estudios biológicos. Este esfuerzo multidisciplinario consolida la capacidad de China para liderar iniciativas espaciales a largo plazo.
China ha trazado un plan estratégico para liderar la exploración lunar, con más de 30 misiones previstas entre 2024 y 2050. Entre sus objetivos destaca la construcción de la Estación Lunar Científica Internacional, que aprovechará recursos locales como el suelo lunar para crear hábitats sostenibles.
La colaboración internacional también será clave, con miras a establecer una base de operaciones que permita misiones tripuladas a Marte en el futuro. Pang Zhihao, experto en tecnología espacial, subrayó: “La exploración lunar es solo el inicio de una nueva era en la conquista del espacio profundo”.