Los entierros no serían una práctica exclusiva del humano moderno. A 30 metros bajo tierra, en un sistema de cuevas en Sudáfrica, cerca de Johannesburgo, los científicos descubrieron los restos fósiles de una especie con comportamientos complejos pese a la estrechez de su cerebro, del tamaño de una naranja.
El pequeño cementerio, hallado por el paleontólogo Lee Berger y sus colaboradores, data de al menos unos 200.000 a. C. y supera en longevidad a la evidencia más antigua de entierros de los Homo sapiens.
El paleoantropólogo Lee Berger y un equipo de científicos encontró en Sudáfrica lo que creen que es el sitio de entierro más antiguo conocido, con restos de un pariente de los humanos de cerebro pequeño, anteriormente considerado incapaz de comportamiento complejo.
Los investigadores anunciaron en 2023 el descubrimiento de varios especímenes de Homo naledi, un homínido de la Edad de Piedra que trepaba árboles, enterrados a 30 metros de profundidad en un sistema de cuevas en la Cuna de la Humanidad, cerca de Johannesburgo. Además, el sitio es patrimonio mundial de la Unesco.
Según los científicos, estos entierros, detallados en artículos preimpresos publicados en eLife, preceden en al menos 100.000 años a la evidencia más antigua de los ritos funerarios de Homo sapiens. Este hallazgo desafía la creencia tradicional de que cerebros más grandes fueron necesarios para actividades complejas como el entierro de los muertos. Como bien sabemos, los cerebros más voluminosos se relacionan con una inteligencia mayor.
Lee Rogers Berger sostiene en su mano a un fósil del Homo nadeli. Foto: AFP/Gulshan Khan
PUEDES VER: Conoce a la ‘bacteria asesina’ que está causando muertes en Sudamérica y Japón: afecta a personas con gripe
Anteriormente, los entierros más antiguos descubiertos, en Oriente Medio y África, contenían restos de Homo sapiens de hace aproximadamente 100.000 años. El pequeño cementerio detectado en Sudáfrica data de al menos 200.000 a. C. y pertenecen a Homo naledi, una especie primitiva con cerebros del tamaño de naranjas y una altura aproximada de 1,50 metros, 20 centímetros menos que el varón moderno y 10 menos que la mujer actual. Su peso medio alcanzaba los 45 kilos. En el año 2022, The Washington Post publicó que habrían usado fuego para cocinar e iluminarse.
Con dedos curvos y extremidades adaptadas para el uso de herramientas y la marcha, la especie Homo naledi ya había desafiado la idea de una evolución humana lineal. Esta clase de homínidos, nombrados así por el sistema de cuevas Rising Star, donde se encontraron los primeros huesos en 2013, muestran prácticas mortuorias no limitadas a especies de cerebros grandes.
Paleontólogos enseñando fósil del Homo nadeli en una exposición del 2017. Foto: AFP/Gulshan Khan
Durante las excavaciones iniciadas en 2018, se ubicaron tumbas ovaladas que contenían al menos cinco individuos, sugiriendo entierros deliberados, además de grabados geométricos, que incluyen una figura similar a un hashtag. Estos rastros derivan a un comportamiento simbólico complejo, refirió Lee Berger en entrevista con AFP.
Sin embargo, el científico, quien fue respaldado antes por la National Geographic, ha puesto en tela de juicio su credibilidad al sacar conclusiones precipitadas, según la comunidad paleontológica.
El antropólogo Agustín Fuentes, de la Universidad de Princeton, coautor de los estudios, afirmó que estos hallazgos cambian nuestra comprensión de la evolución humana. Por otro lado, Carol Ward, antropóloga de la Universidad de Missouri, destacó la necesidad de confirmación a través de revisión por pares.
Este descubrimiento científico promete reescribir parte de la evolución humana, indicando que el comportamiento complejo pudo haber surgido mucho antes y en especies con cerebros más pequeños de lo que se creía.