La yaca, denominada científicamente Artocarpus heterophyllus, es una fruta tropical que se originó en el suroeste de India y hoy se cultiva extensivamente en Asia, África y América Latina. Esta fruta ostenta el título de la más grande del mundo, alcanzando hasta 25 kilogramos de peso y más de 60 centímetros de longitud. Es reconocida no solo por su impresionante tamaño, sino también por su singular sabor, que presenta una combinación de notas ácidas y dulces, recordando al mango y la naranja.
Además de su peculiar sabor, la yaca ofrece numerosos beneficios para la salud. Consumida desde hace más de 6,000 años y siendo la fruta nacional de Bangladesh y Sri Lanka, esta fruta es valorada por sus propiedades nutritivas y curativas, que incluyen cualidades afrodisíacas. Casi todas las partes de la yaca son aprovechables, incluyendo sus semillas, lo que la convierte en un alimento versátil y sostenible en la dieta de las regiones tropicales de América Latina.
A pesar de su origen asiático, la yaca también se encuentra en países de América Latina. Foto: Clarín.
La yaca, un fruto notable por su corteza texturizada y variada en tonos de amarillo, anaranjado y verdoso, oculta bajo su exterior una pulpa fibrosa y amarilla que destila un compendio de 7 sabores tropicales como guanábana, piña, plátano, mango, naranja, melón y papaya. Esta amalgama de gustos hace de la yaca un deleite singular en el panorama culinario de las frutas tropicales, sugiere el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de México.
Originaria de Asia tropical, crece en alturas de 15 a 20 metros y se adapta bien a los trópicos húmedos por sus frutos y su madera duradera. Las hojas grandes y rígidas del árbol de yaca, que miden entre 15 y 25 centímetros, contribuyen a la imponente presencia del árbol, descrito en la Enciclopedia Britannica. La cosecha se realiza una vez que el fruto alcanza la madurez a las 20 semanas, procedimiento se corta del árbol para luego extraer el corazón y los gajos.
Nutricionalmente, la yaca es una fuente rica de varios nutrientes esenciales, que incluyen carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Foto: Gobierno de México.
La yaca es apreciada por su versatilidad culinaria, pudiéndose consumir tanto madura como verde. La pulpa de la yaca se integra tanto en platos dulces como salados, y sus semillas, que son comibles, se suelen preparar asadas o hervidas. Esta fruta se destaca por tener una textura fibrosa y pegajosa, por lo cual es recomendable utilizar guantes al manipularla, pues facilita su uso en diversas recetas, desde tacos hasta mezclas con yogur o avena.
Además, la yaca es beneficiosa desde un punto de vista ecológico. Su cultivo es de bajo impacto, ya que el árbol es perenne, resistente a plagas y enfermedades, y produce frutos todo el año, lo que permite cosechas continuas sin la necesidad frecuente de pesticidas. Esto contribuye significativamente a la sostenibilidad de su producción, la cual se extiende en diversos sectores de América Latina.
Nutricionalmente, la yaca es una fuente rica de varios nutrientes esenciales, que incluyen carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Un estudio de la revista International Journal of Food Science destaca que la fruta posee propiedades anticancerígenas, antimicrobianas, antiinflamatorias y hipoglucemiantes, entre otras, lo que la convierte en una valiosa adición a cualquier dieta saludable.
La yaca, un fruto notable por su corteza texturizada y variada en tonos de amarillo, anaranjado y verdoso. Foto: Portal Fruticola.
A pesar de su origen asiático, la yaca también se encuentra en países de América Latina. Su adaptabilidad y la variedad de usos culinarios hace que sea especialmente valorada en países como Perú, México y Brasil, donde su bajo costo hace que sea accesible para muchos. Incluso es común encontrar yacas en árboles dentro de áreas urbanas, donde pueden ser cosechadas libremente por los residentes, destacando su integración y aceptación en la cultura local.
Originaria de Asia tropical, crece en alturas de 15 a 20 metros y se adapta bien a los trópicos húmedos por sus frutos y su madera duradera. Foto: Paulette Tavormina.
La yaca destaca en la Amazonía de Perú, donde su cultivo prospera gracias a las condiciones húmedas y cálidas de la selva. Los árboles de yaca alcanzan alturas impresionantes y se han convertido en una fuente vital de alimento y sustento para las comunidades locales, debido a su riqueza en vitaminas y minerales como tiamina, vitamina C, A, calcio, y hierro. Además, la fruta es popular en Guatemala y México, donde se utiliza en una variedad de formas culinarias.