Llamarse por el nombre es una costumbre muy humana, una vocalización específica para referirse a alguien y captar su atención, distinto a los animales. Sin embargo, un equipo de investigadores de los Estados Unidos, Noruega y Kenia acaba de descubrir que los elefantes salvajes de África también tienen esta característica.
El análisis completo de los sonidos emitidos por 101 paquidermos emisores y 117 receptores demostró que estos curiosos animales no se limitan a llamar por su nombre a cada individuo: se animan a responden a las llamadas e ignoran las destinadas a otros.
PUEDES VER: Científicos afirman que el tiempo no existe: todo se trataría de una ilusión, según estudio cuántico
Un estudio científico reciente de la Universidad Estatal de Colorado, con la colaboración de especialistas de Noruega y Kenia, ha revelado que los elefantes utilizan nombres únicos para llamarse entre sí, similar a los humanos. Lo importante de este descubrimiento es que se ha probado que los paquidermos salvajes de África no recurren a la imitación como los loros y los delfines, por lo que se ha identificado un proceso evolutivo de lenguaje.
Esta investigación, liderada por Michael Pardo, se basó en la observación de dos manadas de elefantes salvajes en Kenia, país del este africano. Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron grabaciones obtenidas por la Asociación Save the Elephants en la reserva de Samburu y el Parque Nacional de Amboseli. Con la ayuda de un algoritmo, identificaron 469 llamadas distintas, que incluían interacciones entre 101 elefantes emisores y 117 receptores. Este registro permitió describir que los elefantes no solo emiten vocalizaciones específicas para cada individuo, sino que también responden a las llamadas dirigidas a ellos e ignoran las destinadas a otros.
Dos elefantes jóvenes saludándose en la Reserva Nacional de Samburu en Kenia. Foto: George Wittermeyer
Los resultados indican que los elefantes pueden asignar nombres arbitrarios a los miembros de su manada, una capacidad que sugiere un nivel de pensamiento abstracto comparable al de los humanos. "Los elefantes no imitan sonidos, como los delfines y los loros, sino que crean vocalizaciones únicas para identificar a cada individuo", explicó George Wittemyer, profesor de la Universidad de Colorado y supervisor del estudio.
Para validar estos hallazgos, los investigadores reprodujeron grabaciones de llamadas a 17 elefantes y apuntaron sus reacciones. Los paquidermos se volvieron más vocales y se movieron rápidamente hacia el altavoz cuando escucharon su 'nombre', en contraste con su comportamiento al oír llamadas dirigidas a otros. "Los elefantes podían distinguir si una llamada estaba dirigida a ellos simplemente escuchando la vocalización", comentó Pardo.
Esta capacidad de etiquetar objetos o individuos sin imitar sus sonidos amplía el poder expresivo del lenguaje, va a un nivel superior al simple instinto. Por ello, encontrar nombres no imitativos en otras especies podría tener importantes implicaciones para la comprensión de la evolución del lenguaje, dijeron los científicos, quienes publicaron su estudio en la revista Nature Ecology & Evolution.
Empleando técnicas de aprendizaje automático, los investigadores demostraron que el animal receptor de una llamada podía identificarse a partir de la estructura acústica de la misma, independientemente de su similitud con las vocalizaciones del receptor. Además, los elefantes respondieron de manera diferente a las reproducciones de llamadas dirigidas originalmente a ellos, en comparación con las llamadas dirigidas a otros individuos.
Las costumbres sociales de los elefantes favorecen la evolución de su lenguaje. Foto: George Wittemyer
PUEDES VER: Científicos japoneses construirán un ascensor espacial: nos llevará a Marte hasta en 40 días
El estudio sugiere que el comportamiento social complejo de los elefantes ha favorecido el desarrollo de esta capacidad comunicativa. Hannah Mumby, ecóloga conductual y evolutiva de la Universidad de Hong Kong, considera que comprender las relaciones sociales y el papel de cada individuo en la manada es crucial para los esfuerzos de conservación. "La conservación de los elefantes va más allá de las cifras de población", afirmó Mumby.
El equipo de Pardo planea profundizar en cómo estos animales codifican la información en sus llamadas, lo que podría abrir nuevas áreas de estudio, como la posibilidad de que los elefantes nombren lugares o incluso hablen en tercera persona. "Este es solo el comienzo de una serie de preguntas que podríamos explorar (...). Los elefantes no se basan en la imitación", concluyó Pardo.
En un evento sin precedentes, Chamchuri, una elefante de 36 años, ha dado a luz a gemelos de diferente sexo, un fenómeno extraordinario que raramente se documenta. La cría hembra, con un peso de 60 kilos, nació 18 minutos después del macho, que pesó 80 kilos. Este inusual acontecimiento ha generado gran asombro en el centro Elephant Stay en Ayutthaya, Tailandia, donde vive Chamchuri.
Aunque infrecuente, el nacimiento de gemelos elefantes no es inédito, ya que ocurre aproximadamente en 1 de cada 100 alumbramientos, según expertos de la ONG Save the Elephants. Este evento ha captado la atención de científicos y del público por igual.
En noviembre del 2012, los científicos sorprendieron a los amantes de los animales al descubrir a un elefante asiático, llamado Koshik, que aprendió a decir "hola", "no", "siéntate", "acuéstate" y " bueno" imitando la pronunciación coreana.
La principal autora del estudio, Angela Stoeger, de la Universidad de Viena en Austria, quedó impactada después de ver videos del elefante Koshik en YouTube. Stoeger contactó al zoológico de Everland en Corea del Sur para ir y estudiar al paquidermo, según la BBC.