Un meteorito hallado en 2018 en África puede no haber venido de alguna región del sistema solar ni de otro vecindario estelar, sino de la misma Tierra, afirma un grupo de científicos que analizó la composición química del objeto.
Los expertos sugieren que la roca, denominada Northwest Africa 13188 (NWA 13188), fue expulsada hacia el espacio con tal fuerza que logró escapar de la atracción gravitatoria del planeta.
Luego, habría estado orbitando el Sol durante miles de años hasta finalmente hacer su retorno como un meteorito de 646 gramos, sin que nadie observase su impacto.
La hipótesis acerca del origen del meteorito ha sido vertida por Jerôme Gattacceca, geofísico del Centro Nacional Francés de Investigación Científica, durante una exposición en la Conferencia Goldschmidt 2023, llevado a cabo en Francia este mes de julio.
La roca habría sido lanzada al espacio y después de miles de años habría vuelto a la Tierra como un meteorito. Foto: Pixabay
El origen de los meteoritos se descubre a partir de analizar su composición química e isotópica.
Según los expertos, la composición de NWA 13188, plagioclasa (49%) y piroxeno (26%), es compatible con los minerales producidos por el vulcanismo que ocurre en las placas oceánicas de la Tierra.
En tanto, las concentraciones de helio-3, berilio-10 y neón-21 podrían explicarse por la exposición a los rayos cósmicos galácticos durante un periodo corto pero significativo, que se estima en una "pocas decenas de miles de años", señaló Gattacceca.
El meteorito Northweast Africa 13188. Foto: Albert Jambon
“Consideramos que NWA 13188 es un meteorito lanzado desde la Tierra y luego vuelto a acumular en su superficie”, menciona.
“Este escenario coincide con la definición más reciente de meteoritos: 'El material lanzado desde un cuerpo celeste que alcanza una órbita independiente alrededor del Sol o algún otro cuerpo celeste, y que finalmente vuelve a acumularse en el cuerpo original, debe considerarse un meteorito’”, sostiene.
“La dificultad, por supuesto, estaría en demostrar que esto sucedió, pero una roca terrestre que haya estado expuesta a los rayos cósmicos y tenga una corteza de fusión bien desarrollada debería considerarse un posible meteorito terrestre”, añade.
La hipótesis principal de cómo la roca pudo haber sido expulsada al espacio sugiere que fue por la colisión de un gran asteroide con la Tierra.
Los científicos creen que este escenario puede ser plausible, ya que la misión Apolo 14 de la NASA, que tuvo lugar en 1971, encontró una roca en la Luna de 4.000 millones de años con una composición muy similar a la que existe en nuestro planeta.
Una segunda hipótesis, en tanto, sugiere que la roca fue lanzada al espacio durante una erupción volcánica.
Sin embargo, este escenario es poco probable, puesto que actualmente no se conoce de volcanes que tengan la fuerza suficiente para arrojar rocas fuera de la atmósfera y menos aún que logre escapar de la gravedad.
Pese a los hallazgos, no todos los expertos se encuentran convencidos por la teoría de Gattacceca.
"Cuando afirmas hipótesis extraordinarias, necesitas pruebas extraordinarias para respaldarlas. Todavía no estoy convencido", indicó el científico planetario Philippe Claeys en New Scientist.
Actualmente, Gattacceca y su equipo están evaluando la datación de la roca, midiendo las concentraciones de un isótopo de argón.