Desde el mes pasado, una ola de calor ha asolado Lima y otras ciudades de la costa peruana a pesar del inicio de la temporada de otoño en el país. Las temperaturas diurnas en la capital oscilan alrededor de los 30 °C, por lo que muchas personas procuran hidratarse constantemente, mantenerse bajo la sombra o ventilarse mientras están en los exteriores.
Si bien estas medidas ayudan a paliar la sensación de bochorno, serían inútiles si la ciudad supera la temperatura límite de bulbo húmedo. ¿De qué se trata?
En un ambiente seco, aun con temperaturas superiores a 40 °C, las personas pueden liberar calor a través del sudor, ya que este se evapora en el aire y enfría su piel. No obstante, este proceso se altera cuando se trata de un sitio húmedo como Lima.
La humedad es la cantidad de vapor de agua que hay en el aire. Si hay mucha en un ambiente cálido, el sudor no se evaporará tan rápido y enfriará menos que en un ambiente seco.
Para determinar qué tan peligrosa es la combinación calor-humedad, las estaciones meteorológicas registran la temperatura de bulbo húmedo, que es lo que un termómetro mide cuando se lo envuelve con un paño mojado. El resultado de este procedimiento indica cuál sería la temperatura de la piel si estuviera sudando constantemente.
Este índice se calcula con base en la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. Tomando como ejemplo a Lima en la segunda semana de abril a mediodía (30 °C y 65% de humedad), su temperatura de bulbo húmedo fue aproximadamente 24,7 °C.
Los estudios indican que una temperatura de bulbo húmedo superior a 35 °C es intolerable para el cuerpo humano, ya que nuestra temperatura interna (37 °C) sería idéntica a la de la piel y ya no podría liberar calor a través del sudor.
En consecuencia, la temperatura interna comienza a elevarse (hipertermia). Incluso, puede llegar a niveles letales (42-43 °C) si la temperatura de la piel asciende a 37 o 38 °C.
Un ser humano expuesto a elevadas temperaturas húmedas por un tiempo prolongado sufrirá un golpe de calor que se manifestará con la mencionada hipertermia, además de confusión, desmayos, convulsiones e incluso el estado de coma.
De acuerdo con la división Global Climate Change de la NASA, los seres humanos no puede sobrevivir más de seis horas a una temperatura de bulbo húmedo superior a 35 °C. Además, una investigación de 2020 reveló que este límite ya se ha superado en el Golfo Pérsico. Es la primera vez desde que existen registros.
El médico geriatra Miguel Runzer, coordinador de investigación en la Universidad Científica del Sur, resalta que los adultos mayores, los niños y las personas con hipertensión pueden experimentar los signos de un golpe de calor con temperaturas húmedas por debajo del límite mencionado. "Tienen bastante riesgo", afirma.
Durante las olas de calor en Europa en 2003 y Rusia en 2010, una temperatura de bulbo húmedo de 27 °C mató a miles de personas, en su mayoría ancianos.
Sin alcanzar estos niveles, el riesgo aumenta con el tiempo de exposición al calor. En ese sentido, Runzer aconseja actuar con celeridad. "Toma agua, mójate la cabeza (...) Si no lo hacemos, en cuestión de horas aparecen los primeros síntomas del golpe de calor", indica.