La primera misión privada a Marte parecía tener un ganador definitivo con Starship: el proyecto de SpaceX, propiedad de Elon Musk, que en 2029 planea llevar a los humanos al planeta rojo. Sin embargo, dos nuevos rivales han aparecido en la escena aeroespacial y podrían adelantarse a esa fecha.
Se trata de Relativity Space e Impulse Space, dos compañías de California (EE. UU.) que el pasado 19 de julio anunciaron estar colaborando en una misión para enviar un módulo de aterrizaje robótico en 2024, año donde las posiciones de la Tierra y Marte volverán a alinearse en el sistema solar.
Aunque ambas empresas son relativamente nuevas al lado de SpaceX y no tienen experiencia en lanzar ningún cohete al espacio, su gesta no debería ser subestimada por el multimillonario sudafricano y CEO de Tesla.
El cohete Terran R de Relativity Space enviará a la sonda robótica en dirección a Marte. Foto: Relativity Space
Por un lado, Relativity Space es una empresa de vehículos de lanzamiento que está a poco de lanzar su cohete Terran 1, desde Cabo Cañaveral, en Florida. Ha sido ensamblado con piezas impresas totalmente en 3D en el transcurso de 60 días.
Por otro lado, Impulse Space es una compañía de transporte espacial fundada por Thomas Mueller, un ingeniero de renombre en los primeros años de SpaceX que se encargó de desarrollar los motores Merlin, los mismos que impulsan ahora los cohetes Falcon 9.
Según Timothy Ellis, director general de Relativity, ambas compañías tienen como guía la visión ambiciosa de Elon Musk, así como su modo de hacer las cosas “al límite de lo loco”, declaró ante New York Times.
Lograr que las naves aterricen en Marte y funcionen con éxito es un completo desafío incluso para las grandes agencias espaciales. Hasta ahora, solo lo han logrado la NASA y la Administración Espacial Nacional de China (CNSA).
La dificultad se debe a que las sondas deben evitar quemarse en la entrada a la atmósfera mientras viajan a 12.000 millas por hora para que, siete minutos después, puedan llegar intactas al suelo marciano.
Por esa razón, la misión de Relativity e Impulse se basará en el diseño y el modo de aterrizaje de la misión Insight de la NASA. Así, el proyecto constará de una etapa de crucero —encargada de la propulsión y la comunicación con la Tierra durante el viaje de siete meses— y una cápsula que expulsaría el módulo de aterrizaje.
El diseño de estas etapas estarán a cargo de Impulse y serían propulsadas desde la Tierra por el megacohete reutilizable Terran R, que está desarrollando Relativity.
Ambas compañías mostraron al mundo cómo ejecutarán su misión mediante un vídeo publicado en el canal de Youtube de Impulse Space.
Si bien las compañías californianas se han negado a revelar el costo total del proyecto, aseguran que este será mucho menor que las misiones de la NASA. Para tenerlo en cuenta, Insight le costó a la agencia espacial estadounidense un monto de 814 millones de dólares.
“Este es un desafío monumental, pero uno que se logra con éxito expandirá las posibilidades de la experiencia humana en nuestra vida en dos planetas”, dijo Tim Ellis, director ejecutivo de Relativity, en el comunicado.
Si bien Relativity e Impulse aseguran que llegarán a Marte para 2024, tienen un acuerdo que se extenderá hasta 2029, un intervalo que les permitirá múltiples lanzamientos en caso de que lo necesiten.
Esto se debe a que establecer una fecha concreta para un viaje interplanetario siempre es demasiado optimista, como bien lo sabe el multimillonario Elon Musk.
En 2016, el magnate dijo que Starship haría su primer vuelo no tripulado a Marte para 2022. No obstante, hasta la fecha, la misión continúa presentando fallas que retrasan este objetivo.
ilustración de la misión de Relativity Space y Impulse Space. En la imagen se observa el módulo de aterrizaje cuando se separa de su etapa de crucero al llegar a Marte. Foto: Impulse Space
Por ejemplo, durante una prueba estática llevada a cabo este mes, explotaron los motores de su sistema de lanzamiento Super Heavy. Por ende, la compañía se ha visto obligada a posponer el primer vuelo orbital de Starship, planeada para fines de julio.