El Gobierno de Brasil y el director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, están negociando un acuerdo para que la compañía proporcione internet satelital en la Amazonía y ayude a detectar la deforestación ilegal, informaron las autoridades este miércoles 17 de noviembre.
El ministro de Comunicaciones de Brasil, Fabio Faria, se reunió este lunes 15 de noviembre con el multimillonario sudafricano de 50 años en Austin (Texas) para que SpaceX dé su servicio de internet por satélite, a través de la compañía Starlink, a escuelas y centros de salud en áreas remotas, recalcaron desde el Ministerio.
“Estamos hablando de cuestiones ambientales y de conectar a la gente en las escuelas rurales de Brasil. Estoy muy emocionado de comenzar una asociación con Starlink, con SpaceX y Brasil”, dijo Faria en un video publicado en Twitter después de la reunión.
Musk, también fundador y director ejecutivo del fabricante automotriz Tesla, expresó por su parte “estar deseando brindar conectividad básicamente a las personas menos atendidas de Brasil” y ayudar a “asegurar la preservación de la Amazonía”.
Un portavoz del ministerio dijo a AFP que la reunión fue un “primer acercamiento” y que aún no hay una fecha para firmar un acuerdo.
Starlink utiliza una “constelación” de más de 1.500 satélites de órbita baja para brindar un servicio de internet accesible desde la mayor parte del planeta, algo que podría incluir áreas remotas como la Amazonía, el 60% de la cual está en Brasil.
Satélites de Starlink visibles desde la Tierra. Foto: Marco Langbroek
El servicio podría suponer el inicio de una revolución de la conectividad en el país sudamericano, donde alrededor de 40 millones de personas (un 19% de la población) carecen de acceso a internet.
Faria dijo que las conversaciones con la compañía estadounidense tienen como objetivo llevar el acceso a internet a todas las escuelas rurales, así como a las reservas indígenas y otras áreas remotas.
Imagen de la ubicación de los satélites Starlink en el espacio próximo a la atmósfera terrestre. Foto: SpaceX
La reunión se produce en momentos en que el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro busca combatir las críticas internacionales que lo responsabilizan de promover un aumento abrupto de la deforestación en la Amazonía, un área considerada vital para frenar el cambio climático, con su discurso favorable a las actividades extractoras en áreas protegidas.
Desde que el presidente ultraderechista llegó al poder en 2019, la deforestación en la Amazonía brasileña ha aumentado de un promedio de 6.500 km² por año, durante la década anterior, a alrededor de 10.000 km², según datos oficiales basados en imágenes de satélite.