El estereotipo de que las mujeres son más emocionales que los hombres no se restringe únicamente a la vida social, sino que también se ha difundido a través de las ciencias exactas. Históricamente, las mujeres fueron excluidas en distintas investigaciones que se proponían comprender cómo era la variación afectiva femenina, ya que se creía que sus hormonas ováricas generarían emociones incontroladas que confundirían el análisis.
Sin embargo, una reciente investigación publicada en la revista Scientific Report ha socavado esta creencia. Hasta la fecha, otros estudios similares no tuvieron el mismo enfoque de constatar cómo las diferencias sexuales y hormonales repercuten en las emociones.
Así, en un plazo de 75 días, el equipo siguió a 142 hombres y mujeres para conocer su variabilidad afectiva en el día, recogiendo tanto emociones positivas como negativas. Para averiguar las diferencias relacionadas a las hormonas ováricas, el grupo de mujeres fue dividido entre quienes tenían un ciclo menstrual natural y aquellas que empleaban tres tipos de anticonceptivos orales.
Durante el proceso, los investigadores emplearon tres índices de variabilidad afectiva diaria: volatilidad (desviación estándar), inercia emocional (autorregresión de primer orden), y patrones cíclicos (autorregresión máxima significativa).
De esa manera, el estudio concluyó que las diferencias entre las variaciones emocionales del grupo de hombres y mujeres son en realidad poco significativas. Asimismo, pese a que las hormonas ováricas estimuladas por el uso de anticonceptivos influyen en las emociones femeninas, en la práctica estas no son distintas que la de los hombres, quienes dependen de otros factores biopsicosociales.
Adriene Beltz, la autora principal del estudio, concluyó el informe con un llamado de atención a todas las ramas de la ciencia. “Se anima a los científicos biomédicos, neurológicos y sociales a ajustar sus antecedentes conceptuales y estadísticos en consecuencia”, señaló.