La transfusión de plasma convaleciente para pacientes con COVID-19 es un tratamiento terapéutico seguro contra esa enfermedad, determinó una investigación realizada por científicos de Estados Unidos.
El estudio concluyó que en dicha terapia se observó un pequeño número de efectos adversos graves, así como una baja tasa de mortalidad. Las pruebas fueron hechas por investigadores de la Clínica Mayo, Universidad Estatal de Míchigan y la Universidad Johns Hopkins.
El plasma de los pacientes curados de COVID-19 tiene como objetivo usar los anticuerpos generados para ayudar a otros pacientes enfermos, cumpliendo una serie de requisitos. La terapia ha sido empleada en países como Italia, España, Estados Unidos y en algunos países de América Latina.
Customers buy food from a vendor (R) at a meat stall in Wuhan in China's central Hubei province on April 18, 2020. (Photo by Hector RETAMAL / AFP)
El estudio se realizó en 5.000 personas adultas que estuvieron hospitalizadas por tener COVID-19. Recibieron la transfusión de plasma “convaleciente” y luego de cuatro horas, la incidencia de efectos graves fue por debajo del 1 %. Además, se reveló que la tasa de mortalidad llegó al 14,9 % después de siete días.
Un total de 36 pacientes presentaron respuestas adversas después de recibir el transfusión de plasma. No obstante, solo a dos de ellos se le atribuyó secuelas de dicho tratamiento.
A nivel global, equipos médicos usan diferentes tipos de medicamentos para tratar a pacientes con coronavirus. El denominado suero de pacientes curados es la única terapia que está disponible para los pacientes con la enfermedad.
Los resultados que han mostrado un halo de esperanza a la población ha sido publicado en el portal de Ciencias de la Salud medRxiv.
El documento detalló, además, que no hay señal de toxicidad más allá de lo observado en el uso habitual de plasma gravemente enfermos y advierten que la tasa de mortalidad registrada después de implementarlo “no es excesiva”.