Qué revela la psicología sobre las personas que siempre acarician a todos los perros que ven
Los especialistas explicaron las razones por las que algunas personas sienten una conexión especial con ciertos animales.
- Joven peruano gana S/100.000 en concurso de HH y revela en qué gastará el dinero: "Voy a viajar a España a estudiar Medicina"
- Cines en China se vuelven virales al habilitar el ingreso de mascotas por el estreno de 'Zootopia 2'

Se examinó el tipo de vínculo afectivo que numerosas personas establecen durante sus interacciones con los perros. Diversos estudios indican que acariciar a un perro no solo representa una muestra de afecto.
También, constituye una manifestación de la conexión profunda entre humanos y animales; este gesto, aparentemente simple, refleja una necesidad emocional o un rasgo particular de la personalidad.
PUEDES VER: Un felino depredador que se pensaba extinto reaparece en su hábitat natural después de 40 años

¿Qué significa que una persona siempre acaricia a los perros?
Una investigación conjunta de académicos de la Universidad de Florida, la Universidad Carroll y la Universidad Marquette demostró que el contacto con perros genera beneficios emocionales significativos. “Su compañía ayuda a regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que promueve un estado mental más relajado en las personas”, señalaron los investigadores.
Por otro lado, se destacó que la presencia de un perro en la vida cotidiana también establece una rutina útil para personas que enfrentan dificultades emocionales o falta de motivación. Los expertos indicaron que este animal puede aportar una estructura diaria valiosa. En ese sentido, añadieron: “La convivencia con un perro tiene un impacto directo en la reducción del estrés. Al interactuar con ellos, los niveles de cortisol la hormona del estrés disminuyen, mientras se fomenta una sensación de calma y relajación”.
Rasgos de personalidad
- La paciencia y la tolerancia: la atención que requiere un perro favorece el desarrollo de habilidades concretas y, por tanto, la empatía, comenzando en el ámbito del vínculo con la mascota y las relaciones que establecen los dueños con el resto de las personas de su entorno.
- La afectividad y la sensibilidad: las personas que viven con perros suelen mostrarse más capaces de expresar cariño y de establecer vínculos de apego.
- La práctica del aire libre: las mascotas propician establecer rutinas activas que motivan a sus cuidadores a dar paseos diarios y llevar a cabo actividades de contacto a la naturaleza y con otros seres vivos. Por lo tanto, estas personas tienden a vivir de una forma más activa.




















