Personal de salud y adultos con comorbilidades quedan excluidos de la vacunación prioritaria contra la H3N2, pese a alertas de la ONU en 2025
La estrategia del Minsa frente a la influenza H3N2 ha sido cuestionada por especialistas, quienes advierten una respuesta tardía, cobertura limitada y contradicciones con la normativa vigente que ponen en riesgo a la población más vulnerable.
- Influenza H3N2 subclado K en Perú: ¿cómo diferenciar el nuevo virus de una gripe común?
- ¿Dónde vacunarte contra la influenza? Ministerio de Salud anuncia ocho centros permanentes en Lima

El 15 de diciembre de este año, el Ministerio de Salud (Minsa) confirmó la detección de los primeros dos casos de influenza H3N2, subclado K, en a nuestro país. Días después, el mismo ministerio comunicó a la población las acciones inmediatas que adoptaría respecto a los sistemas de vacunación. En la publicación, el Minsa señala, con la finalidad de facilitar la vacunación a la población prioritaria que aún no ha recibido la dosis, se habilitaría ocho puntos de vacunación en Lima Metropolitana.
Según el comunicado, la medida contempla a "niños y niñas menores de 5 años, adultos mayores de 60 años y gestantes". No obstante, especialistas han cuestionado la exclusión del personal de salud, que por norma forma parte del esquema de vacunación, y de los adultos con comorbilidades, considerados población altamente susceptible. En ese sentido, señalan que la gestión actual ha sido insuficiente y relega la importancia de la vacunación, pese a las alertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la necesidad de priorizar este sistema.
TE RECOMENDAMOS
RAFAEL LÓPEZ ALIAGA EN LA MIRA: PIDEN AL JNE ANULAR SUS ELECCIONES INTERNAS | FUERTE Y CLARO
PUEDES VER: Minsa confirma los dos primeros casos de la variante A H3N2 de influenza en menores de edad en Perú

Vacuna contra influenza no comprende a adultos con comorbilidades, pese a norma
El Dr. Antonio Quispe, fue enfático sobre los riesgos de no contemplar tanto a personal de salud como a personas que padecen comorbilidades en el esquema de vacunación. “Se complican y mueren. Las tasas de hospitalización y mortalidad son más altas en estos grupos, por eso se les llama grupos de alto riesgo”, advirtió para La República. “Excluir al personal de salud también es gravísimo, porque sin ellos no puedes atender a nadie. Si se enferman, el resto se muere”, remarcó.
De acuerdo a la Norma Técnica de Salud que establece el Esquema Nacional de Vacunación (NTS N°196-MINSA/DGISP-2022), la "vacuna influenza adulto" se administra en población mayor de 3 años de edad. Esto comprende a personas con comorbilidad; es decir, aquellos que atraviesan enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, renales, diabetes, obesidad, otras enfermedades metabólicas, cáncer o inmunodeficiencia en fase controlada; entre otros.
“El comunicado excluye a grupos que la norma reconoce como prioritarios. Eso está mal”, enfatiza.
Entre las comorbilidades más peligrosas, señala, se encuentran el cáncer, las enfermedades inmunosupresoras, pacientes trasplantados, personas que reciben corticoides, así como obesos, diabéticos e hipertensos. “Si empiezas a sumar, estamos hablando del 30% o 40% de la población adulta del país”, explicó.

Norma especifica esquema de vacunación contra influenza desde 2022.
Una gestión tardía ante un mal previsible
Para el especialista, el argumento de sorpresa no tiene sustento: “Esta es la epidemia más predecible del mundo. Todos los años tenemos temporada de influenza y todos los años aparece un nuevo subclado que obliga a actualizar las vacunas”. Señala, además, que no existe excusa alguna para un desabastecimiento de este tipo, y mucho menos que se haga esperar a la población hasta abril del próximo año para recibir una vacuna: "cualquier persona competente proyecta cifras, estima cuántas vacunas se necesitan y las compra con anticipación".
Por su parte, el exministro de Salud, el Dr. Víctor Zamora, considera que las consecuencias de esta gestión son solo el resultado de un proceso de debilitamiento del programa nacional de inmunizaciones, pese a advertencias reiteradas de organismos internacionales. “La OMS no hizo un llamado exclusivo por influenza, sino un llamado general a priorizar las vacunas”, explicó. Explicó que este respondía a dos factores importantes en el mundo: el retroceso en la cobertura debido a los discursos antivacunas y la reemergencia de enfermedades que, se supone, ya estaban bajo control.
Ambos especialistas cuestionan además, que solo se hayan habilitado ocho centros de vacunación en Lima y Callao. “Pasar de más de 54 puntos de vacunación a solo nueve en Lima es una reducción de casi el 80%”, sostuvo Quispe. Por su parte, Zamora criticó que el reciente comunicado del Minsa no detallara información clara para el resto del país. “Ese no es el Ministerio de Salud del Perú, es el Ministerio de Salud de Lima. Si usted vive en Piura, Arequipa o en Loreto, ¿qué hace con ese comunicado? ¿Hay vacuna o no? ¿Dónde?”, cuestionó.

Minsa anuncia los primeros dos casos de gripe H3N2 el 15 de diciembre. Foto: Minsa
Ante la falta de vacunas públicas, el Quispe denuncia que se ha incentivado indirectamente el mercado privado. “El mensaje me parece claro: el que tiene plata que se vacune, el que no, no podrá hacerlo. Eso es inequidad convertida en política pública”, afirmó.
PUEDES VER: Ministro de Salud anuncia que vacuna contra la gripe A (H3N2) llegará entre marzo y abril de 2026

Un sistema no preparado
El exministro precisó que el Perú contaba históricamente con uno de los programas de vacunación más sólidos de la región. “Fue reconocido como uno de los países con el programa de vacunación más amplio de las Américas”, recordó. Sin embargo, indicó que esa fortaleza se ha debilitado ampliamente en los últimos años por funcionarios a los que "no les interesa" continuar con la efectividad del programa. “Este año se le han retirado 150 millones de soles al programa de vacunación, lo que redujo la capacidad de compra, distribución y respuesta ante emergencias sanitarias".
Además, cuestionó la cancelación temporal de un programa de vigilancia epidemiológica financiado con apoyo del Banco Mundial. “Ese programa permitía vigilar la circulación de estos gérmenes. El ministro lo canceló, luego pidió disculpas y lo reactivó, pero ya se había perdido un año entero de gestión”, explicó.
Respecto a la compra, indica que se realiza con base en proyecciones. “Nuestros adultos mayores son alrededor de cinco millones. Como históricamente se vacuna menos de la mitad, se compran vacunas para unos dos millones”, detalló. Sin embargo, detalla que, ante la aparición de un nuevo subclado y el incremento de la demanda, el Estado debió actuar de inmediato. “Lo correcto era decirle a la población: nos hemos quedado cortos, vamos a salir a comprar más y mientras tanto vamos a priorizar a los más débiles y a los más expuestos”, explicó.

Especialista cuestionan que una nuevo brote llegue al Perú con un sistema de vacunación sin capacidad de respuesta. Foto: Difusión
“Eso genera tranquilidad. Lo que se hizo fue negar el problema, luego restringir y finalmente anunciar que en abril llegarán más vacunas. Abril es tarde”, advirtió. El escenario se agrava por la fragilidad del sistema sanitario peruano. Quispe, por su parte, advierte que un aumento acelerado de casos podría desbordar rápidamente la capacidad hospitalaria. “Si revisas hoy la disponibilidad de camas UCI, es cero. Creer que podemos enfrentar esto mejor que países como España es una ilusión peligrosa”.
PUEDES VER: Desabastecimiento de vacunas contra la influenza afecta a adultos mayores en Lima Metropolitana

Acciones inmediatas
Finalmente, considera que la respuesta debe ser urgente y contundente. “Lo primero es corregir ese comunicado que priva del acceso a las vacunas al resto del país. Es un atentado contra la salud pública”, señaló. Además, pidió declarar la alerta sanitaria, activar compras de emergencia y cambiar a la Dirección de Inmunizaciones.
“Hay que armar un equipo técnico, comprar vacunas, antivirales, ampliar camas hospitalarias y proteger al personal de salud. Esto no requiere una bola de cristal: la temporada ya empezó y el pico será más alto”, advirtió.
Zamora fue claro en señalar que la escasez no justifica la inacción. “Cuando no siempre se puede prever el número exacto de vacunas, el Estado tiene una herramienta: hay un mecanismo que se llama compra de urgencia. Se activa, se habilita una partida presupuestal y se compra lo que se necesita”, precisó. Mientras tanto, recomendó priorizar a los grupos más vulnerables: “los más débiles y los más expuestos: trabajadores de salud, adultos mayores y personas con enfermedades graves”.
“Si no proteges a tu personal de salud, reduces tu capacidad de respuesta. Si no proteges a los más enfermos, aumentas hospitalizaciones y presión sobre un sistema ya frágil”, advirtió. A su juicio, el manejo del H3N2 deja una lección preocupante. “Esto es una enfermedad muy contagiosa, pero no altamente mortal, y aun así nos encuentra desorganizados, sin vacunas suficientes y con mensajes contradictorios. Eso nos dice que no estamos preparados”, alertó.
¡Sigue a La República en WhatsApp! Únete a nuestro canal desde tu celular y recibe las noticias más importantes de Perú y el mundo en tiempo real.























