Salvan de morir a niño de 3 años que quedó con un metal incrustado en su cabeza, en San Borja
El pequeño sufrió una herida severa al manipular un objeto punzocortante mientras jugaba cerca de su hogar, afectando su ojo y alcanzando su cerebro.
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Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja logró salvar la vida de Dylan, un niño de 3 años que sufrió un grave accidente. El pequeño, que había sido referido desde Ayacucho, se recupera tras una compleja cirugía que le permitió volver a caminar y sonreír al lado de su familia.
El incidente ocurrió en el anexo de Bellavista, en Carhuanca, Ayacucho, cuando Dylan, en un descuido, manipuló un objeto punzocortante que le causó una herida severa cuando se encontraba jugando cerca de su hogar. La herida penetró por la parte superior de su ojo derecho, alcanzando una zona profunda de su cerebro.
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Médicos salvan la vida de niño de 3 años
El pequeño Dylan se encontraba jugando cerca de su hogar cuando un objeto metálico le causó una herida grave. Su madre, Lidia Rojas Huaraca, relató que en un momento de descuido, el niño jaló un elemento que se encontraba en un desmonte de construcción, lo que resultó en un accidente que cambiaría su vida. La herida penetró por la parte superior de su ojo derecho, alcanzando una zona profunda de su cerebro.
Tras la intervención quirúrgica, el menor se encuentra en recuperación. Foto: Difusión
Tras ser referido al Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja desde el Hospital Regional de Ayacucho, Dylan ingresó por Emergencia en agosto del año pasado. Debido a la gravedad de su estado, los médicos decidieron realizar una intervención inmediata para evitar la pérdida de la vista y prevenir daños neurológicos irreversibles. El equipo de neurocirujanos, liderado por el doctor José Flores Sánchez, realizó una craneotomía que duró cerca de tres horas, logrando reparar las estructuras dañadas y evitar un sangrado excesivo.
La recuperación del menor de 3 años
Después de la operación, Dylan fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde recibió tratamiento para controlar el edema cerebral y prevenir infecciones. Su recuperación ha sido un proceso largo, pero gracias a la rehabilitación continua y al apoyo del Seguro Integral de Salud (SIS), el pequeño ha logrado volver a caminar y hablar. Lidia, su madre, expresa su gratitud hacia Dios y al personal médico, considerando a su hijo un verdadero milagro.
Cabe resaltar que el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja ha realizado más de 55 mil cirugías complejas en su trayectoria, abarcando diversas patologías y condiciones críticas. Este caso de Dylan es un testimonio del compromiso y la dedicación del personal médico, que trabaja incansablemente para ofrecer segundas oportunidades a los más pequeños en situaciones adversas.
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