Pueblos kichwas en Perú logran histórico fallo judicial que protege sus territorios ancestrales: “Son años de lucha"

¿A usted le molestaría encontrarme en su casa sin que yo le avisase que voy a llegar y me metiera ahí sin conocerme?, se pregunta Wiler Saurin, vicepresidente de la Coordinadora de Desarrollo y Defensa de los Pueblos Indígenas de la Región San Martín (CODEPISAM), tras años de superposición de áreas naturales protegidas en los territorios ancestrales de las comunidades kichwas de la región.

No obstante, este 15 de mayo, una sentencia judicial en defensa de los derechos de los pueblos indígenas ha marcado un logro histórico que podría revertir dicha situación. El Segundo Juzgado Civil de Tarapoto falló a favor de una demanda presentada por organizaciones indígenas kichwas —CEPKA, FEPIKECHA y FEPIKBHSAM— que exige la demarcación de sus territorios ancestrales superpuestos con Áreas Naturales Protegidas (ANP), específicamente el Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ) y el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera (ACR-CE).

La decisión ha sido celebrada por los apus de la región, quienes consideran que este fallo representa un paso decisivo para el reconocimiento legal de los territorios tradicionales de los pueblos kichwas, luego de años de exclusión y obstáculos administrativos. La sentencia marca un precedente al reconocer que los derechos territoriales de los pueblos indígenas no son incompatibles con la protección ambiental, sino que pueden coexistir y fortalecerse mutuamente.

"Significa mucho, consecuencia de años de lucha. Representa un hito histórico y significativo para los pueblos kichwas asentados en esta parte. Esta sentencia reconoce nuestra identidad cultural, nuestro territorio y su protección; y por ende nuestra continuidad como pueblos. Para los kichwa el territorio es todo, sin ella no somos nadie", declaró para La República el apu Marco Sangama, líder indígena de CEPKA .

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Un precedente para el país en temas de conservación

La sentencia, reconocida por la jueza Mónica Eleana Pomajambo Zambrano, se da en el contexto de una demanda interpuesta contra el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), la Dirección Regional de Agricultura de San Martín (DRASAM), y su Dirección de Titulación, Reversión de Tierras y Catastro Rural (DTRTCR), el Gobierno Regional de San Martín (GORESAM), el Ministerio del Ambiente (MINAM), el Servicios Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y la Jefatura del ACR (J.ACR-CE) ante la negativa de dichos organismos de cumplir con la delimitación de los territorios indígenas asentados en áreas protegidas.

Cristina Gavancho León, abogada de CODEPISAM y asesora legal de FEPIKECHA, resaltó que el fallo constituye un avance fundamental en materia de armonización legal. “Lo más relevante de la sentencia es que establece una armonización entre el reconocimiento de los derechos territoriales y la protección del ambiente a través de las áreas naturales protegidas”, explicó.

Por su parte, Sangama explicó que durante años han enfrentado múltiples obstáculos en su camino hacia el reconocimiento legal: desde ser etiquetados como “migrantes” y “deforestadores” hasta el desconocimiento del vínculo histórico con sus tierras. “Muchas de nuestras prácticas tradicionales son criminalizadas, y eso afecta grandemente nuestras formas de vida, nuestra autonomía, nuestro propio modelo de vida”, denunció.

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En tanto, la representante legal también subrayó que la jueza realizó una interpretación integral del marco jurídico nacional e internacional, invocando el artículo 89 de la Constitución, el Convenio 169 de la OIT y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “La jueza desvirtúa cualquier argumento que pretenda mostrar que los derechos indígenas son una amenaza para las ANP. Más bien, señala que gracias a la presencia de estos pueblos se pueden establecer mejores estrategias de conservación”, indicó.

La conservación excluyente: un problema de las ANP

El reciente fallo judicial que ordena la demarcación del territorio ancestral kichwa en San Martín marca un antes y un después en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas del Perú. Para el apu Wiler Saurin, este logro tiene un profundo significado colectivo. "Reconoce el derecho del pueblo kichwa sobre su territorio ancestral y reivindica nuestra posesión de que no puede haber conservación excluyente", acota

Por su parte, Marco Sangama relató los múltiples obstáculos que enfrentaron para lograr este reconocimiento. “Se ha dicho mucho de nosotros, que somos migrantes, que somos deforestadores, que no tenemos ningún vínculo histórico. En fin, los obstáculos son muchos; entre ellos el desconocer nuestra presencia, desconocer nuestros aportes y conocimientos tradicionales para conservar la biodiversidad, el excluirnos y no tomarnos en cuenta en la gestión y participación, la falta de una política pública presupuestada, la falta de voluntad política de las autoridades”.

En tanto, también explicó cómo la superposición de las Áreas Naturales Protegidas afecta su modo de vida, así como cuáles serán los pasos a seguir para asegurar la implementación de la sentencia. “Ya en asamblea de nuestra federación se ha acordado que pediremos en los próximos días la ejecución de la sentencia y estaremos vigilantes de ello. Esto también nos lleva a seguir fortaleciéndonos como colectivo, a realizar mayor incidencia ante las entidades del Estado, y estar comunicando de manera permanente de los resultados, y lo fundamental, a seguir ejerciendo y fortaleciendo el control y vigilancia de nuestros territorios”.

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