Familia de menor que sobrevivió tras asesinato de adolescentes en Lurgancho-Chosica: "Estamos viviendo una pesadilla"
La familia López organiza una pollada para cubrir los altos gastos médicos de Max, quien ha perdido varios órganos tras el ataque. Él soñaba con terminar la secundaria y enlistarse en la Marina
- Cierran Mall del Sur temporalmente: Municipalidad de San Juan de Miraflores detectó riesgo por cables expuestos
- Senamhi alerta incremento de temperaturas y prevé hasta 30 °C a fin de mes en Lima Metropolitana

Un informe de Silvana Quiñonez
Max tiene 16 años y, hasta hace unos días, soñaba con terminar la secundaria y enlistarse en la Marina. Hoy, lucha por su vida en una cama del Hospital Edgardo Rebagliati, aferrándose a cada minuto que le permite seguir aquí. Su cuerpo lleva las cicatrices de la noche de terror que vivió recientemente el distrito de Lurigancho-Chosica, donde una ráfaga de disparos apagó la vida de dos adolescentes y lo dejó al borde de la muerte.
TE RECOMENDAMOS
EL FRACASO DE LÓPEZ ALIAGA Y PLAYA LAS SOMBRILLAS EN RIESGO | FUERTE Y CLARO CON MANUELA CAMACHO
Su familia, devastada, no solo clama justicia, sino también ayuda. Los gastos médicos son insoportables para Justino López y su esposa, quienes se dedican al reciclaje y han visto cómo, de un día para otro, sus vidas quedaron atrapadas en un torbellino de dolor y desesperación.
PUEDES VER: Balacera en Comas deja dos muertos, entre ellos un policía en retiro, afuera de cevichería

Una noche de horror
La madrugada del domingo 9 de marzo, Max estaba con otros dos jóvenes en una pequeña capilla de la Asociación Flor de Magnolias, en el sector B de La Campiña. Compartían unas bebidas cuando, de pronto, la violencia irrumpió con estrépito.
Testigos relataron que un hombre en moto se detuvo frente a ellos, sacó un arma y disparó sin titubeos. Cuando el eco de los balazos se disipó, dos adolescentes yacían sin vida. Max, malherido, logró alejarse, dejando un rastro de sangre en su intento por sobrevivir. Lo encontraron 100 metros más allá, con impactos en la espalda y la mandíbula.
Primero lo llevaron al Hospital de Vitarte, pero la gravedad de sus heridas obligó su traslado al Rebagliati. La lista de daños es desoladora: perdió un riñón, el bazo y parte de los intestinos. Su otro riñón, el único que le queda, también está comprometido. Aun así, resiste.
“Estamos viviendo una pesadilla”
"Mi hijo está grave", dice Justino López, con la voz entrecortada. "Ayer reaccionó, logró sentarse, quería hablar, pero no podía…". Para él, todo esto sigue siendo incomprensible.
“Estamos viviendo una pesadilla”, resaltó su progenitor. "Es un chico tranquilo, no sé quién pudo hacerle algo así. Un día antes lavó su uniforme, estaba emocionado porque ya iba a terminar el colegio. Siempre decía que quería ser marinero", recuerda, mientras el peso del dolor le doblega el tono.
Pero el sufrimiento no solo es emocional. En menos de tres días, la familia ha gastado más de 2.500 soles en medicinas y traslados, una suma imposible de sostener con su precaria economía.
Familia organiza pollada para cubrir gastos médicos
Para seguir luchando por la vida de su hijo, Justino y su esposa organizan una pollada este sábado 15 de marzo. El evento se realizará en su vivienda, en la Asociación La Florida, Mz B Lt 7. Quienes deseen ayudar pueden hacer sus pedidos al número 980 689 315.
Asimismo, brindaron números de apoyo para cualquier persona que desee donar dinero u otras cosas para el bienestar de Max. 939 940 702 es el número de contacto para ayudar al menor que se encuentra en estado crítico.
¿Extorsión detrás del crimen?
Las autoridades manejan la hipótesis de que la balacera estaría vinculada a redes de extorsión que operan en la zona. Paralelamente, al trabajo policial, la Segunda Fiscalía Provincial Penal de Santa Anita ha iniciado una investigación preliminar para identificar y capturar a los responsables del doble homicidio.
Las víctimas fueron dos menores de 16 años. Ella, una estudiante de quinto de secundaria e hija de la presidenta de la olla común Nueva Esperanza y su enamorado. Ambos murieron acribillados en plena vía pública, dentro de la pequeña capilla donde se habían reunido aquella fatídica noche.
Mientras la justicia intenta reconstruir lo que ocurrió, Max sigue aferrándose a la vida. Y su familia, entre el dolor y la impotencia, solo espera que la pesadilla termine.
¡Sigue a La República en WhatsApp! Únete a nuestro canal desde tu celular y recibe las noticias más importantes de Perú y el mundo en tiempo real.
























