El tren de alta velocidad que recorrerá el desierto del Perú: se inaugurará en el 2031 y se invertirá más 6.500 millones de dólares
El ferrocarril ofrecerá múltiples destinos en el sur chico del país, con una capacidad máxima prevista de 500 pasajeros.
El sur del Perú se prepara para un significativo avance en su infraestructura de transporte con el inicio de un proyecto que promete transformar la movilidad en la región. Este desarrollo incluirá 15 paraderos a lo largo de una extensión de 280 kilómetros de rieles. La construcción comenzará en 2026 y la fecha proyectada de inauguración es el año 2031.
El megaproyecto busca conectar zonas urbanas, industriales y turísticas, facilitando el tránsito de pasajeros y mercancías, y reduciendo tiempos de viaje entre Lima e Ica de manera significativa. Foto: chatgpt
Un impulso para la región del sur
El tren Lima-Ica, incluido en los planes estratégicos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), tiene como objetivo transformar la conectividad en el sur del Perú. Este ambicioso proyecto busca optimizar el transporte de pasajeros y mercancías, fortaleciendo la infraestructura nacional y promoviendo el desarrollo económico de las principales ciudades de la región.
La velocidad máxima que contará este ferrocarril será de 250 kilómetros por hora. Este nuevo servicio reducirá el tiempo de viaje a 1 hora y 15 minutos y mejorará significativamente la conectividad entre las dos regiones.
Impacto en el desarrollo económico y social
Además de ser un paso hacia la modernización del transporte regional, la obra apunta a generar importantes beneficios económicos y sociales. Durante su etapa de construcción, se estima que se impulsará el turismo, se facilitará el traslado de las 45.000 personas que viajan a diario desde Lima a Ica, se fomentará la inversión privada y se potenciará el comercio en una región conocida por su riqueza cultural y paisajes impresionantes.
Con la llegada de este proyecto, el sur del Perú podría consolidarse como un eje clave para el crecimiento del país, no solo en términos de infraestructura, sino también como un ejemplo de cómo las grandes obras pueden transformar la vida de millones de personas.
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Proyecto en marcha
El recorrido del ferrocarril incluirá paradas en localidades que no solo son centros urbanos y turísticos, sino también polos económicos. Las estaciones estarán ubicadas en:
- Villa El Salvador
- Lurín
- Punta Negra
- Chilca
- Mala
- Asia
- Cerro Azul
- Cañete
- Chincha Alta
- Chincha Baja
- Pisco
- Aeropuerto de Pisco
- Paracas
- Guadalupe
- Ica
A pesar de los desafíos logísticos que supone una obra de esta envergadura, el proyecto está diseñado para beneficiar a la región a largo plazo. Una vez completado, se espera que las estaciones sean mucho más que puntos de conexión: serán centros de desarrollo que mejoren la calidad de vida de los residentes, impulsen el comercio y fortalezcan la identidad regional. Asimismo, incluirá un impresionante despliegue de ingeniería con la construcción de 16 túneles y 59 viaductos y puentes, los cuales están diseñados para superar los retos geográficos de la región.
Por otro lado, en lo que respecta al patio principal del ferrocarril a Ica, se tiene previsto desarrollar un terreno agrícola abandonado ubicado en Lurín, lugar donde descansarán los modernos sistemas ferroviarios de alta velocidad CRH.
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Conclusión
Si bien los retos logísticos y financieros son significativos, la visión de un transporte más integrado y eficiente promete un futuro alentador para el sur del Perú. Con un plazo de ejecución ambicioso, este proyecto se convertirá en un símbolo del compromiso con el desarrollo sostenible y el progreso del país.