Ya Casi Venezuela: ÚLTIMAS NOTICIAS sobre el anuncio de Erik Prince
Sociedad

El ingeniero de la UNI que fundó Saco Oliveros, el colegio con más medallas internacionales: inició con 2 aulas y 38 alumnos

El colegio Saco Oliveros, destacada institución educativa en el Perú, opera actualmente con 50 sedes a nivel nacional. A lo largo de su trayectoria, ha logrado obtener 740 medallas en competencias internacionales, consolidándose como una de las instituciones más exitosas en este ámbito. 

El ingeniero de la UNI que fundó Saco Oliveros, el colegio con más medallas internacionales: inició con 2 aulas y 38 alumnos. Foto: composición LR / Saco Oliveros / UNI
El ingeniero de la UNI que fundó Saco Oliveros, el colegio con más medallas internacionales: inició con 2 aulas y 38 alumnos. Foto: composición LR / Saco Oliveros / UNI

El reconocido centro educativo Saco Oliveros, famoso por los logros de sus alumnos en competencias internacionales en matemáticas, tiene sus orígenes en una fascinante historia poco conocida. Iniciado por un ingeniero de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), este colegio peruano comenzó de forma modesta con solo dos aulas y 38 estudiantes. Con el transcurso del tiempo, ha experimentado un impresionante crecimiento y en la actualidad alberga a aproximadamente 32.000 jóvenes peruanos. Con 50 sedes distribuidas a lo largo y ancho del país, Saco Oliveros se ha consolidado como una de las instituciones educativas más destacadas de Perú.

La institución educativa ha logrado obtener un total de 740 medallas para el país, distribuidas en 320 de oro, 320 de plata y 190 de bronce, en diversas competiciones deportivas e intelectuales, tales como ajedrez y matemáticas. Pero, ¿cómo el ingeniero de la UNI logró crear el Saco Oliveros?

El ingeniero de la UNI que fundó Saco Oliveros

Wilmer Carrasco Beas nació en 1965 en Yungay, una ciudad ubicada en el departamento de Áncash. Su infancia transcurrió en el centro poblado de Ucuchá, a unos 26 kilómetros de Huaraz. A la corta edad de cinco años, fue testigo del devastador terremoto que arrasó con las viviendas de adobe de la zona, dejando tras de sí una estela de destrucción, con más de 70.000 muertos y 20.000 personas desaparecidas.

Por aquel tiempo, se construía gran parte de las vías del Callejón de Huaylas. Ver cómo los obreros realizaban el trabajo de asfaltado, coletas y sifones en su aldea le causó una grata impresión.

“Construyeron el puente de mi pueblito, quedé admirado por lo que hacían los ingenieros”, contó en una entrevista exclusiva para La República.

Luego de terminar la secundaria, ingresó a la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (UNASAM) de Huaraz. Sin embargo, una huelga prolongada no le permitió culminar el primer ciclo y ello terminó motivándolo a migrar a Lima con 17 años.

Cuando tenía 13, falleció su padre y su madre tuvo que tomar las riendas de su hogar con cinco hijos varones. Al ser el segundo mayor, decidió trabajar en lo que mejor sabía: las matemáticas. Por ello, una vez en la capital, se desempeñó como profesor en la academia Newton con los cursos de álgebra y trigonometría junto a uno de sus hermanos, quien ya vivía en la ciudad.

“Compartíamos la habitación y aproveché para prepararme y poder ingresar. Mientras estudiaba en la UNI dictaba clases. Mis estudios fueron seis años porque uno de huelga me retrasó. Antes era así, los estudiantes reclamaban, el personal tomaba la universidad y la cerraba por meses”, indicó.

Ingeniero civil y profesor preuniversitario

Wilmer finalizó sus estudios en 1990, cuando se produjo el 'Fujishock'. El país vivía una hiperinflación y los precios estaban por las nubes.

“Terminando la Universidad no había opción para un ingeniero, menos aún para uno recién egresado. Las construcciones se vinieron abajo, fue una época muy difícil. Entonces, seguí haciendo lo que más sabía, ya tenía seis años de experiencia”, recordó.

 Ingeniero Wilmer Carrasco en el colegio Saco Oliveros Monterrico. Foto: Difusión LR / Fiorella Bazán.<br>

Ingeniero Wilmer Carrasco en el colegio Saco Oliveros Monterrico. Foto: Difusión LR / Fiorella Bazán.

El primer Saco Oliveros

Luego de dictar clases en las academias Trilce y César Vallejo, fue profesor en el Centro Cultural peruano soviético, academia de la Unión Soviética que ofrecía becas a los cinco mejores estudiantes para estudiar en dicho país. No obstante, cuando se desintegró la Unión Soviética, la academia también.

 En 1992, el Centro peruano Soviético llamó a Wilmer para que dirija la academia, que ahora pasaría a ser denominada rusa.

“Acepté ser director y en el 96 me dicen que la Academia iba a cerrar, pero que podían alquilarme el local. En ese momento pensé que era mi oportunidad”

 Esta es una de las sedes principales de Saco Oliveros en Lima. Foto: Facebook

Esta es una de las sedes principales de Saco Oliveros en Lima. Foto: Facebook

Cada verano enseñaba a estudiantes de secundaria reforzamiento de matemáticas, por lo que vio aquella ocasión como una oportunidad para abrir una escuela. Es así como, con apenas dos aulas, con 38 alumnos (20 de tercero y cuarto, y 18 de quinto) se fundó el primer Saco Oliveros.

La mayor crisis y el resurgir

A diferencia de otros centros educativos, Saco Oliveros destaca por tener estudiantes que ingresan a universidades o por su participación en competiciones internacionales. En 1997, Marilyn Mondragón ingresó a la Universidad Nacional del Callao (UNAC) y se convirtió en la primera alumna de tercero de secundaria en ingresar a una institución nacional. Actualmente, alumnos de cuarto y quinto grado de primaria han ingresado a la UNAC.

El segundo colegio se inauguró en San Juan de Miraflores. Sin embargo, cuando todo parecía ir ‘viento en popa’, 16 de los 32 profesores renunciaron para trabajar en el colegio que Wilmer considera “la competencia”, dejando la institución debilitada.

La situación pudo terminar con Saco Oliveros, de no ser porque contó con el apoyo de amigos y excolegas, con quienes reconstruyó el colegio.

“Hay dos momentos en los que las capacidades salen a relucir: cuando te ves en el precipicio o cuando tienes una gran inspiración. Bueno, una cosa llevó a la otra”, indicó.

La reconstrucción implicó que los colegios Saco Oliveros tengan sus propios libros y, especialmente, su propio sistema: el sistema helicoidal.

 Saco Oliveros se fundó en 1997. Foto: Saco Oliveros

Saco Oliveros se fundó en 1997. Foto: Saco Oliveros

¿Cómo empezaron a competir internacionalmente?

Ese mismo año se impulsaron cuatro colegios. Además, los alumnos comenzaron a competir, no solo a nivel nacional, sino también internacionalmente, inicialmente en torneos de ajedrez y matemáticas. Actualmente, doce escolares de Saco Oliveros han sido primeros a nivel mundial en la primera disciplina y cada año estudiantes de esta institución representan al Perú en competencias de Matemática, Física, Química, Biología, ajedrez, vóley, informática y astronomía.   

“En matemática somos el único país iberoamericano, ni siquiera como colegio, sino como nación, que ha obtenido dos medallas de oro en una Olimpiada Mundial”, enfatizó.

Por otro lado, muchos alumnos estudian becados en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (Estados Unidos), la mejor universidad del mundo, y en países como China, Rusia, Singaur y Corea del Sur.

El secreto del éxito

Wilmer Carrasco reveló a La República que el secreto de su éxito se debe al compromiso que mantiene con un equipo confiable, que cuenta con libertad para desarrollarse sin depender de su persona. Asimismo, indicó que ha sido importante invertir a largo plazo.

“Nosotros no pensamos en que esto vamos a obtenerlo de aquí en meses o un año, trabajamos a tres a cinco años. Casualmente, asistí a una conferencia de empresarios en la cual decían lo que adolecemos los empresarios peruanos es eso, que somos cortoplacistas”

Saco Oliveros ha conseguido 740 medallas internacionales: 320 de oro, 230 de plata y 190 de bronce. Hoy, exalumnos trabajan con estudiantes en proyectos de biología, informática y desarrollo científico.

 Wilmer Carrasco Beas, ingeniero civil de la UNI. fundador de Saco Oliveros. Foto: Difusión LR / Fiorella Bazán.

Wilmer Carrasco Beas, ingeniero civil de la UNI. fundador de Saco Oliveros. Foto: Difusión LR / Fiorella Bazán.

¿Cuánto cuesta la mensualidad en el colegio Saco Oliveros?

En el colegio Saco Oliveros, el costo promedio de las pensiones varía según la sede y el nivel educativo. El promedio se encuentra en S/600, aunque en algunas sedes el costo puede bajar hasta S/450. Por otro lado, en las sedes más exclusivas o con mayores servicios, las pensiones pueden llegar hasta los S/1.300 mensuales. Estos precios reflejan la diversidad de servicios y programas académicos que ofrece el colegio en sus distintas locaciones.

 Local de Saco Oliveros en Perú. Foto: Facebook<br>

Local de Saco Oliveros en Perú. Foto: Facebook

¿Qué logros ha conseguido Saco Oliveros este año?

El colegio Saco Oliveros, destacado por las distinciones de sus estudiantes, este año consiguió que los cinco primeros lugares del examen de admisión de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Asimismo, dos estudiantes representarán al Perú en el Mundial de Informática 2024, en Egipto.

Las competidoras son Rosangel Alexandra Bullón Linares&nbsp;y&nbsp;Diana Esmeralda Huacasi Durand. Foto: Saco Oliveros Noticias

Las competidoras son Rosangel Alexandra Bullón Linares y Diana Esmeralda Huacasi Durand. Foto: Saco Oliveros Noticias