Sociedad

Pese a la prohibición, continúa la construcción de embarcaciones pesqueras artesanales

Desde 2015, las autoridades han establecido el cese de la construcción de navíos de hasta más de 15 metros; sin embargo, en diversas zonas costeras del país, se han identificado astilleros clandestinos de donde salen embarcaciones que depredan las especies marinas.

Astillero clandestino en Piura, donde se construyen embarcaciones para la pesca artesanal, cuyos propietarios capturan sin autorización. Foto: La República
Astillero clandestino en Piura, donde se construyen embarcaciones para la pesca artesanal, cuyos propietarios capturan sin autorización. Foto: La República

La construcción ilegal de embarcaciones alienta la captura de más peces de lo que está permitido. Este problema puede conducir a la sobreexplotación de las especies. Sumado a ello, la pesca ilegal también pone en riesgo la sostenibilidad de los recursos marinos.

Sin embargo, los astilleros clandestinos identificados en distintas partes del territorio nacional indican que la construcción de embarcaciones pesqueras artesanales persiguen, y suelen ser más grandes y potentes que las permitidas.

Esto perjudica a los pescadores artesanales formales que deben competir con estas embarcaciones ilegales que operan con costos más bajos.

Al respecto, diversos gremios de pescadores artesanales formales denuncian que la construcción ilegal de embarcaciones les genera competencia desleal: estas embarcaciones, al ser más grandes y potentes, pueden capturar más peces en menos tiempo. Aquello reduce los ingresos de los pescadores formales, que deben operar con embarcaciones más pequeñas y menos eficientes.

Según estudios disponibles, la pesca artesanal provee alrededor del 80% de los pescados frescos que consumen los peruanos.

Empero, la cadena de valor podría resultar seriamente afectada si no se fiscaliza con profundidad y continuidad la construcción ilegal de embarcaciones.

La razón principal es que la pesca artesanal ha perdido atractivo entre las nuevas generaciones por ser poco rentable y la alta competencia desleal que existe ante la falta de regulación y fiscalización.

“Permitir la construcción de embarcaciones ilegales fomenta la competencia desleal. Esto afectaría gravemente a la pesca artesanal formal, que ya está en una situación difícil”, afirmó la presidenta de la Sociedad Nacional de la Pesca Artesanal (Sonapescal), Elsa Vega Pardo.

La construcción ilegal de embarcaciones artesanales también es una amenaza para la sostenibilidad de los recursos marinos. Estos navíos suelen capturar sin control ni fiscalización más peces de los autorizados, por lo que podría ocasionar la sobreexplotación de las especies.

Según el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), la anchoveta, la pota y el perico son las principales especies que se capturan con la pesca artesanal. A pesar de ello, estos animales se encuentran en estado de explotación plena, es decir, ya no se puede aumentar la captura sin poner en riesgo su recuperación.

“La pesca artesanal formal es la que está cumpliendo con las cuotas de captura establecidas por el Imarpe. Las embarcaciones ilegales, en cambio, no respetan estas cuotas y capturan más peces de los que deberían”, señala Elsa Vega Pardo.

Según un estudio de la Sociedad Nacional de la Pesca Artesanal (Sonapescal), los pescadores artesanales formales pierden entre 100 y 200 millones de soles al año por la competencia de las embarcaciones ilegales.