Nelson Shack: “Si viene El Niño fuerte, los daños que vamos a sufrir son incalculablemente grandes”
A muy poco de iniciar el periodo de lluvias en el Perú, el contralor de la República brindó su opinión sobre las medidas que el Estado ha adoptado para evitar infortunios y pérdidas humanas. Él asegura que diversos centros de salud presentan una infraestructura precaria.
Ante los pronósticos que advierten el desarrollo del Fenómeno El Niño a nivel fuerte, el contralor de la República, Nelson Shack, expresa su preocupación por el lento avance de los trabajos de mitigación y preparación, a menos de un mes del inicio de las lluvias. Señala que aún hay problemas en la ejecución de obras en las regiones.
-Han pasado tres meses desde que revelara que el Ejecutivo solo iba gastando 6% de su presupuesto para prevención. En ese entonces, usted declaró que El Niño nos destruiría. ¿Continúa pensando que será así?
-Me ratifico en que efectivamente nos va a destruir. Si viene El Niño fuerte, los daños que vamos a sufrir van a ser incalculablemente grandes y las pérdidas humanas que podríamos tener también. No es que las personas fallezcan porque viene El Niño, se inunda y se ahogan, sino es todo lo que viene después. El fenómeno no acaba cuando termina la lluvia, recién los efectos empiezan a partir de ahí.
-Hay una mala gestión, incapacidad o quizás algún indicio de corrupción en los distintos niveles del Estado?
-La Contraloría ingresará a una fase de evaluación a través de un control posterior para el deslinde de responsabilidades de los funcionarios. Ahí podremos efectivamente evidenciar si hay casos de inconducta funcional. Pero, en general, la ciudadanía siente que el Estado en materia de prevención del fenómeno sigue siendo indolente e ineficiente para poder atender estas necesidades.
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-La mayor cantidad del presupuesto la tiene el Ejecutivo, pero específicamente dos entidades: la ANA y Reconstrucción con Cambios. ¿Cómo ha visto el avance de ambas?
-Desde que a ambas se les destinó recursos a través de decretos de urgencia, hemos emitido cientos de informes a nivel nacional sobre este tipo de situaciones adversas como la ausencia de fichas, demoras en la contratación; la topografía que están haciendo está mal hecha, entre otros.
-Respecto a ese punto, ambas instituciones tienen encargadas la limpieza y descolmatación en varias regiones del norte, pero ¿se está cumpliendo?
-En el último recorrido que hice por el norte, en Lambayeque, la obra de los ríos Reque y Chancay iba a una tercera parte. ANA es el encargado y tiene 190 millones para ejecutar desde junio. Solo ha gastado 4 millones que, por una serie de problemas administrativos, deben ser 40 millones, pero para cierre de año llegarán a 60 o 70 (millones). Entonces, ¿qué pasa con las dos terceras partes que faltan? Igual en Piura, RCC tiene a cargo una obra emblemática por 81 millones; sin embargo, aún no supera el 30%. Faltan 40 días para que acabe el año y las lluvias vienen en diciembre.
-En el sur, el impacto no será por las lluvias, sino por las sequías que afectarán a la agricultura y a la población. ¿Qué han evidenciado?
-También se han comunicado situaciones adversas como demora de contratistas, de fichas técnicas, inconsistencias técnicas también por el lado de topografía, esto con respecto al ANA. Similar es en RCC.
-¿Y en Lima la situación es similar?
-Lima es el que más avance tiene con respecto al resto de regiones. Si mañana vinieran las lluvias, de acuerdo al avance en presupuesto, el Gobierno solo tendría un 60% de los contratos. Si siguen así las cosas y las lluvias vienen en diciembre, probablemente digamos la mitad de los recursos no se van a poder implementar.
-De lo que ha podido ver en sus visitas, ¿los Gobiernos regionales y/o locales les han mostrado disconformidad con su presupuesto?
-Siempre nos trasladan la necesidad de que el Gobierno les transfiera más recursos, pero también más capacidad. Ahora, en Piura, mencionaban la necesidad del cambio de las normas de cómo opera el sistema de gestión de recursos de riesgos de desastres.
-¿A qué se refiere con este cambio? ¿Es en las normativas por la emergencia?
-Hay muchos cambios operativos burocráticos que hay que eliminar porque hay que pensar cómo va a operar en la emergencia; es decir, flexibilizar las operaciones para llegar inmediatamente. Pasó con el (ciclón) Yaku, cuando se tenían los almacenes llenos de ayuda humanitaria, pero ¿por qué no salió? Porque la ficha EDAN no estaba hecha para que pueda salir y así pasa con varios (procesos), retrasando la acción en la emergencia (...) Hemos enviado oficios y reiterado al Gobierno, pero no hay respuesta.
-Los centros de salud juegan un rol importante. ¿Hubo mejoras desde el ciclón Yaku?
-Hemos visitado más de 2.000 establecimientos y, según el adelanto, la situación es precaria. Hay problemas de infraestructura, equipamiento, personal, etc. (...) La gente va a fallecer no por el dengue, sino por la incapacidad del Estado de poderlos atender porque el sistema de salud del primer nivel está colapsado.
-El fenómeno El Niño no es ajeno al Perú. Entonces, ¿qué le falta al Estado?
-La gran desgracia de nuestro país es que no hay una cultura de prevención. A la clase política y al Estado no les preocupa. Todo el dinero para hacer descolmataciones se va a perder, pero al menos es lo único que podemos hacer para mitigar (...) Pareciera que lo único que quieren es entrar al negocio de las descolmataciones, de los gastos directos. Es como si al Estado no le importara hacer prevención porque debió iniciar hace años.
-Cuando sacaron el informe del avance de solo 6% de presupuesto, el Gobierno los tildó de alarmistas. A partir de ello, ¿hubo roces en ambas partes?
-La función del contralor es ser realista y nosotros alertamos sobre esa situación. Lo mismo digo ahora (...) Tengo una buena relación con todos los poderes y órganos constitucionales. Descarto alguna relación tensa. No trabajamos así.