Sociedad

Juliaca: policía que fue herido de bala no recibió buena atención en hospital

Suboficial Velarde Turpo fue llevado a nosocomio. Pese a la gravedad del caso, médicos arguyen varios pretextos para no auxiliarlo.

Según la grabación, los médicos dicen que los familiares debían traer un balón de oxígeno para herido. Foto: La República
Según la grabación, los médicos dicen que los familiares debían traer un balón de oxígeno para herido. Foto: La República

El deceso del suboficial de segunda Florentino Velarde Turpo (35) aún no se esclarece, y nuevos elementos han surgido sobre el caso. A través de las redes sociales, se difunde un video que revelaría que el agente no habría recibido una atención oportuna en el hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca.

El efectivo policial, que trabajaba en la Policía de Carreteras de Juliaca, falleció la madrugada del 7 de noviembre a causa de un disparo en la cabeza. Según Cristian Flores Machicado, el custodio se habría disparado con su arma mientras ingerían bebidas alcohólicas en un inmueble ubicado entre la avenida Circunvalación y el jirón Universal.

Tendido en el piso

Miembros del Serenazgo de la agencia Néstor Cáceres Velásquez llegaron al lugar, constatando que Velarde estaba tendido en el suelo en medio de un charco de sangre, pero aún estaba con vida. Lo llevaron al referido nosocomio junto a sus amigos. Al ser ingresado al área de emergencia, una persona graba un video del paciente en una camilla ubicada en el pasillo, a la espera de ser atendido.

El médico de turno les indica que no hay disponible un balón de oxígeno y les manifiesta que hay varios pacientes por atender. “Tienen que comunicarse con sus familiares. La unidad crítica está llena”, menciona el galeno, quien además explica que se necesita la atención de un neurocirujano.

Asimismo, sugiere traer su propio balón de oxígeno a quienes lo auxiliaron. En el video también se oyen diálogos sobre llevarlo a una clínica particular y que los minutos para salvarle la vida eran cruciales, así como la incertidumbre sobre la procedencia de sus familiares. “Creo que su familia es de Puno”, “es mi cliente”, se escucha entre las conversaciones, mientras esperan en el pasillo.