El Niño: activan plan ante sequías que podrían agravarse en el sur
En Puno y Cusco, la Autoridad Nacional del Agua hará el mantenimiento de pozos y limpieza de reservorios para abastecer y almacenar agua. También se usarán las cochas. El nivel del lago Titicaca sigue disminuyendo. Cuidado.
El déficit hídrico ya se vive en la zona sur del país y se puede agravar como consecuencia del fenómeno de El Niño. En Cusco, por ejemplo, existe el riesgo de que en tres meses los ciudadanos se queden sin agua potable; mientras que en Puno se viene registrando una disminución en el nivel del agua del lago Titicaca.
Esta es una amenaza extrema que amerita de acciones urgentes para que no suceda lo que se vive en Uruguay, donde afrontan la peor sequía de su historia.
Por ahora, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha puesto en marcha un plan de contingencia enfocado en el ámbito del lago Titicaca para explotar aguas subterráneas y abastecer las demandas de la población.
En Puno se han identificado 216 pozos, de los cuales se ha priorizado el mantenimiento de 14. Así, nueve van a permitir abastecer de agua para uso agropecuario y agrario; mientras que otros cinco permitirán abastecer a la población de las provincias de San Román, Melgar y Lampa.
En tanto, en Cusco se está trabajando en conjunto con el Gobierno regional la limpieza de 50 reservorios naturales de la parte alta de la cuenca que permitan almacenar un mayor volumen de agua para mitigar o evitar la falta de recurso a la población.
Ahora bien, ¿cómo están las otras regiones del sur? El especialista de la ANA Jhon Bautista indicó a La República que los principales embalses del sur del país están en condición de déficit. En Arequipa, las presas actualmente presentan un volumen de almacenamiento muy por debajo de lo normal. Similar situación se está presentando en las principales cuencas y presas de Apurímac, Junín y Ayacucho.
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Mientras que en Tacna se están adoptando acciones ante la escasez hídrica. La Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS) de Tacna solicitó al Proyecto Especial Tacna la disminución de asignación de caudal. Ello con el propósito de conservar el recurso hídrico para los meses de mayor demanda.
“El problema no se ha presentado hoy, sino que viene de meses atrás como consecuencia del cambio climático y del fenómeno de El Niño, el cual ya estamos evidenciando. Entonces, durante estos meses, la ANA ha podido recabar información y proponer acciones. Adicionalmente, se tiene una acción importante en la cultura de agua, se están haciendo campañas de sensibilización en los diferentes niveles educativos de distintas partes del país, con el fin de ir mejorando la eficiencia y el uso del agua”, apuntó Bautista.
Sostuvo que este cambio en las precipitaciones conllevará a que algunos días se tenga menos agua y que aprendamos a usar adecuadamente este recurso para poder ahorrar y almacenar para otras épocas de déficit.
En tanto, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) explicó que esta deficiencia de lluvias en el sur ha iniciado el año pasado con el fenómeno de La Niña; por lo tanto, hubo una afectación en el tema de los recursos hídricos.
Kris Correa, especialista en climatología del Senamhi, precisó que normalmente las lluvias en la sierra empiezan en setiembre y disminuyen en abril.
“Entonces, el periodo anterior de lluvias en el Cusco ha sido deficitario, incluso hubo deficiencias bastante críticas que no se habían registrado en los últimos casi 60 años. Estas, que ocurrieron en la primavera del año pasado, entre octubre y diciembre, fueron condicionadas por el evento de La Niña”, dijo.
Ahora este julio y agosto son meses de friaje y las precipitaciones seguirán siendo nulas o escasas para Cusco, señaló Correa.
Pero “¿cuándo ya empiezan normalmente las lluvias allí? De setiembre para adelante y así hasta llegar al verano, señaló.
Sin embargo, con El Niño podría haber más sequías para el sur. Según el histórico de este evento, lo que se espera es que en el verano haya fuertes lluvias en la costa norte y deficiencias de lluvias en la sierra sur del país.
“Venimos de un año seco, obviamente que les preocupa a los tomadores de decisiones. Entonces, ¿qué es lo que espero hacer para el próximo periodo de lluvias 2023-2024? Hay que estar atentos a los pronósticos para los próximos meses porque las lluvias todavía van a seguir deficientes. Con un evento El Niño, es probable que el verano también sea seco para la sierra sur”, señaló la experta del Senamhi.
Alerta. Hay descenso en el nivel del lago Titicaca, en Puno. Foto: difusión
Más cochas para Puno
Mientras tanto, en Puno en la segunda semana de agosto comenzarán las obras de construcción de 60 diques para cochas (reservorios de agua), con el fin de incrementar la seguridad hídrica agraria en las zonas altoandinas afectadas por el déficit hídrico, señaló el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Asimismo, la ANA cuenta con un plan de intervenciones en Puno que abarca la implementación de 437 pozos a tajo abierto y que se desarrollará en las provincias de Chucuito, El Collao, Puno, Yunguyo, Melgar, Azangaro, Lampa, San Antonio de Putina, Moho y Huancané.
Asimismo, se priorizará el mantenimiento de 55 pozos tubulares para mitigar el impacto por el déficit hídrico.
Todas estas acciones se ejecutarán en el marco del Decreto Supremo nº 067-2023-PCM que declara el estado de emergencia en la región hidrográfica del Titicaca por las sequías.
Tenemos que aprender a adaptarnos
Enfoque. Manuel Pulgar Vidal, exministro del Ambiente
Una de las consecuencias del cambio climático es la potencial escasez del agua. Para el Perú es grave porque no está preparado para almacenar agua, porque no tiene toda la estructura; a su vez tiene el 70% de la población en la costa desértica, y eso hace que sea altamente vulnerable. Sumado a ello, hay un retroceso significativo de los glaciares tropicales. Por lo tanto, no solo tenemos un riesgo de escasez de agua, sino que estamos perdiendo lo que se denomina el stock de agua.
Por eso, los peruanos tenemos que aprender a adaptarnos. Sabemos que estas consecuencias del cambio climático y el evento de El Niño nos van a acompañar por muchas décadas, probablemente por un siglo más; por lo tanto, tenemos que saber construir la infraestructura para que en algunos lugares enfrentemos lluvias, huaicos, enfermedades como el dengue; y en otros lados enfrentar sequías que implican un uso más responsable del agua.
La clave
La Comisión Multisectorial del Enfen dijo que se mantiene el estado de “alerta de El Niño Costero”, ya que se espera que este fenómeno continúe hasta el verano del 2024, como consecuencia de la alta probabilidad del desarrollo de El Niño en el Pacífico Central.
La palabra
Kris Correa Marrou, especialista del Senamhi
“Cuando hay un fenómeno de El Niño, este calentamiento en el Pacífico Central, lo que se espera es que en el verano haya deficiencia de lluvias, principalmente en la sierra sur del país, que incluiría al Cusco. Eso nos dice el histórico”.