Sociedad

Tragedia en Arequipa sigue sin culpables

¿Qué pasó? Familias llegaron hasta la morgue de Arequipa para recibir los cuerpos de sus fallecidos. Ello ocurrió recién en la noche. Entre lágrimas pidieron a la empresa hacerse responsable por la muerte de los 27 obreros. Autoridades realizan investigaciones. 

Momento doloroso. Por la tarde se inició la entrega de cuerpos. Los féretros fueron cerrados luego de la verificación de los deudos. Se vivieron instantes de dolor. Todos clamaron justicia. Foto: Rodrigo Talavera/La República
Momento doloroso. Por la tarde se inició la entrega de cuerpos. Los féretros fueron cerrados luego de la verificación de los deudos. Se vivieron instantes de dolor. Todos clamaron justicia. Foto: Rodrigo Talavera/La República

“Mi hija solo tiene 6 años. No sé cómo voy a decirle que su padre ya no está con nosotros”, exclama entre sollozos la esposa de Elvis Iquiaza, uno de los 27 fallecidos en el socavón minero de Yanaquihua, en la provincia de Condesuyos, Arequipa.

Como ella, decenas de familias llegaron hasta la morgue de la Ciudad Blanca para recoger el cuerpo de sus parientes.

El vehículo que llevaba a los fallecidos desde la minera salió a la 1.00 a.m. del lunes 8 y llegó nueve horas después. En medio del dolor y rabia, la tía de Elvis Sánchez lamentó cómo la Policía trajo a su pariente que tenía solo 5 meses en la empresa.

“No lo han tratado bien. Ahora me lo traen muerto y como cualquier cosa”, señaló. Agregó que Elvis sufrió un accidente el mes pasado en la misma empresa, pero no tuvo un descanso apropiado.

Larga espera. Familias estuvieron por varias horas esperando la entrega de cadáveres. Foto: Rodrigo Talavera/La República

Larga espera. Familias estuvieron por varias horas esperando la entrega de cadáveres. Foto: Rodrigo Talavera/La República

No es el único caso. Willian Cuentas Puma (22) también advirtió a su familia que no se estaba garantizando la seguridad en las instalaciones eléctricas.
“Siempre nos comunicaba por si algo llegaba a pasar”, lamentó su cuñado.

Asimismo, el fallecido Adriel Cadena Huachaca relató a su familia que el año pasado hubo un accidente donde a un trabajador le cayó una roca.

Morgue. La necropsia tardó más de nueve horas. La realizaron cuatro equipos forenses. Foto: Rodrigo Talavera/La República

Morgue. La necropsia tardó más de nueve horas. La realizaron cuatro equipos forenses. Foto: Rodrigo Talavera/La República

Sin presencia del Estado

En esa línea, el jefe de la Oficina Defensorial de Arequipa, Ángel Manrique, indicó que si bien la empresa Yanaquihua era formal, nunca tuvo una fiscalización apropiada. “No puede darse que en zonas donde hay extracción de recursos naturales no haya presencia del Estado y no se garanticen los derechos”, dijo a La República.

De la misma manera, el gerente regional de Energía y Minas, Yakir Rozas, desmintió un comunicado del Gobierno Regional de Arequipa donde afirmaba que se hizo una inspección en noviembre del 2022. “No se ha inspeccionado antes a la minera Yanaquihua SAC ni a la contratista Sermigold”, precisó.

¿Y los responsables?

La última vez que su familia vio a Ángel Jiménez Copari fue el 16 de abril. El minero viajó dos días desde Arequipa hacia su natal pueblo de Kelluyo, en Puno, para reencontrarse con sus seres queridos.

¿Qué pasó? Los 27 obreros murieron en el profundo socavón. Foto: La República

¿Qué pasó? Los 27 obreros murieron en el profundo socavón. Foto: La República

El hombre llevaba cinco años laborando en la empresa Yanaquihua. Antes era peón, pero gracias a su esfuerzo logró volverse perforista. No obstante, la familia siempre temió a ese oficio y le pedía que se salga.

Deja la mina, le decíamos, en la ciudad hay trabajo”, contó un sobrino de la víctima.

Jiménez Copari salió desde su poblado con una promesa: volver el 16 de mayo. Lamentablemente, eso no pasará. Un día después del accidente, la familia recién se enteró de la muerte de Ángel.

“Nadie se comunicó con nosotros. Ellos (la minera) tienen que responsabilizarse. Todo el sacrificio que hizo mi hermano por nada. Él tiene cuatro hijos y era el sustento de la familia”, expresó la hermana.

Rozas manifestó que la empresa que contrató a Sermigold deberá asumir la responsabilidad de indemnizar a los deudos y explicar cómo se inició la tragedia. “¿Ha sido una negligencia?, ¿se han omitido algunas acciones? o ¿se ha estado usando maquinaria o algunos instrumentos que ya no corresponderían?”, mencionó.

De la misma manera, expresó su dolor por las 27 muertes ocasionadas por el incendio dentro de la minera.

Algunos familiares de las víctimas refirieron que ayer tuvieron una primera reunión con la empresa Yanaquihua SAC para acordar el tema de gastos y sepelio. No obstante, aún temen que ello no se cumpla.

“Aún tenemos dudas. A nosotros nadie nos avisó del accidente. Nos enteramos por las noticias. Pedimos transparencia en la investigación”, indicó la familia de Adriel Cadena.

Demoras en la mina

No solo los familiares denunciaron demoras en la entrega de cuerpos, muchos indicaron que durante el reconocimiento de los cadáveres no los dejaron pasar pese a que estuvieron más de 12 horas esperando.

Por parte de la minera hubo una descoordinación. Nos estuvieron paseando todo el día. Están jugando con los sentimientos de las personas”, mencionó el familiar de John Manchaco Condori.

La misma situación la vivió la señora Honoria, quien acudió desde Puno en busca de su esposo. “No nos dejan. Tampoco nos informan nada desde temprano. Venimos desde lejos y nada”, denunció.

La misma situación de angustia volvieron a sufrir al esperar las horas de necropsia por cada familiar. Según la familia de Cuentas Puma, existió poca celeridad en el proceso de retiro de cuerpos y por eso “tenemos sospechas de que algo ocultan”.

El alcalde de Yanaquihua aseguró que esperan que las investigaciones del Ministerio Público puedan esclarecer qué pasó dentro de la Esperanza II.

Retiro de cuerpos

Tal como lo manifestó el presidente de la Junta de Fiscales, Ciro Alejo, anoche se terminaron las necropsias de los 27 fallecidos dentro del Instituto Legal de Medicina. Luego de nueve horas, los especialistas terminaron con las pericias.

En carrozas fúnebres, las familias fueron retirando los cadáveres para trasladarlos a sus regiones como Puno, Cusco, Lima y Junín. Los deudos exigieron nuevamente justicia y esperan que el caso no quedé impune como tantos otros en Perú. Ahora le toca el turno a las autoridades de hallar la verdad y castigar a los culpables.

La palabra

Ángel Manrique, Defensor del Pueblo Arequipa

“No puede darse que en territorios donde se extraen recursos naturales no haya presencia debida del Estado para fiscalizar estas actividades y, por tanto, garantizar los derechos de los trabajadores”.