Dolor en Arequipa por muerte de peruano en universidad de Japón
En extrañas circunstancias. Julio César Tapara Tejada era una joven promesa que estudiaba Física. Fue hallado sin vida en su habitación. Familia cremará restos y pide apoyo para repatriación.
Julio César Tapara Tejada (23) tenía un futuro prometedor. En el 2018, tras haber egresado del Colegio Mayor Presidente de la República y haber ingresado a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), se enrumbó a Japón gracias a una beca que ganó en el prestigioso Instituto Tecnológico de Tokio. Desde ese año, entonces, estudiaba Física en japonés, dominaba cinco idiomas e inclusive a su corta edad era profesor de Español en un colegio de secundaria. Todo iba bien; sin embargo, el último 1° de octubre último las autoridades descubrieron su cuerpo en el departamento que tenía cerca de esa universidad nacional.
En el distrito de Socabaya, Arequipa, su familia aún está consternada. Su padre, Juan Tapara, cuenta que recibieron la noticia gracias a la comunicación que tuvieron con uno de sus amigos. Y es que no hablaba con su hijo desde el 21 de agosto. “Esa última vez lo llamé como cada semana, incluso le insistí varias veces hasta que me contestó y me dijo: ‘Papito, estoy ocupado con mi tesis. Yo los llamo después”, narra Juan, cargando sobre sus manos la foto de Julio.
Desde esa fecha no volvieron a tener comunicación con él. Lo único que sabían era que Julio estaba solicitando una maestría y que un docente lo estaba ayudando con la tesis. Ellos esperaban tenerlo de vuelta en diciembre tras culminar su carrera.
Destacado. Julio ganó decenas de medallas en olimpiadas.
Él era un estudiante prodigio. “Siempre había sobresalido. Me decía: Mamita yo quiero crear fórmulas físicas que aporten a la ciencia, a la sociedad”, dice su madre, Alejandrina Tejada, desde la habitación de su hijo, por donde lucen los diplomas y las medallas que ganó en diversas olimpiadas y concursos.
Necropsia y repatriación
La familia de Julio se siente intranquila porque no conocen hasta hoy las causas de su deceso. Solo saben que encontraron a su hijo muerto en el cuarto donde residía, en el distrito de Ōta, en Tokio. Sus padres se enteraron de que la policía de Japón ya entregó los exámenes practicados al cuerpo de su hijo a las autoridades peruanas, pero estos aún no llegan a sus manos.
“Julio no tenía ningún problema de salud. Iba al gimnasio, tenía una alimentación saludable, no tomaba alcohol ni fumaba; por eso nos parece extraña su muerte y queremos que se investigue”, pidió su padre.
Asimismo, tras la presión de los familiares, la Cancillería — a través del Consulado de Perú en Tokio— ya empezó los trámites para la repatriación de los restos. En un inicio se había negado.
Sonia, su hermana mayor, cuenta que decidieron que los restos sean cremados allá y que regresen en cenizas a nuestro país, por la diferencia abismal en el precio que iban a pagar si decidían traer el cuerpo entero.
Gracias a la ayuda económica que dieron sus compañeros de estudios en Japón y de sus amigos en Arequipa, lograrán costear todo el traslado.
Claves
Los compañeros de Julio y su profesor de tesis habían dejado de verlo e incluso pensaban que había retornado al Perú.
Estaba postulando para trabajar como programador en Rakuten, el gigante de comercio electrónico, similar a Amazon.