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Sociedad

Crimen de Percy Pineda: el olvido de un celular que derivó en la captura del tercer sospechoso

La División de Homicidios capturó a Carlos Sudario Pizarro, alias ‘Saji’ o ‘Sajino’, uno de los asesinos del policía victimado delante de su familia en Chancay.

La PNP ha capturado a Carlos Alberto Sudario Pizarro (38), alias Saji o Sajino,, sospechoso de la muerte del suboficial Percy Pineda. Foto: PNP
La PNP ha capturado a Carlos Alberto Sudario Pizarro (38), alias Saji o Sajino,, sospechoso de la muerte del suboficial Percy Pineda. Foto: PNP

La División de Homicidios avanza en la investigación por el crimen del suboficial técnico de tercera PNP Percy Edwin Pineda Toscano (40). La captura de Carlos Alberto Sudario Pizarro (38), alias ‘Saji’ o ‘Sajino’, permitirá esclarecer este asesinato cometido la noche del 6 de agosto en el kilómetro 88.9 de la Panamericana Norte, en el distrito limeño de Chancay.

Sudario Pizarro fue trasladado esta madrugada a la sede de la Dirección de Investigación Criminal, donde es interrogado. El día del robo agravado con la subsecuente muerte del policía, al sospechoso se le cayó el celular de su esposa, dispositivo que fue clave para identificarlo.

Como se sabe, cumpliendo un mandato judicial, personal de la División de Homicidios, a cargo del coronel Víctor Revoredo, logró días atrás la ubicación y captura de otros dos implicados en el asesinato. Se trata de Hermes Antonio Bautista Reyes (40), (a) ’Melón’, y Luis Felipe Olivo Romero (51), (a) ‘Guachi’, en la jurisdicción de Huaral.

Los agentes pusieron a estos detenidos a disposición del despacho de coordinación de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaral, mientras que Carlos Sudario Pizarro permaneció como no habido.

Asimismo, el juez William Sandivar Murillo, del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huaral declaró procedente el pedido de nueve meses de prisión preventiva por parte del Ministerio Público.

Fugó al norte y regresó

Paralelamente, personal del equipo especial de investigación —División de Homicidios, en coordinación con el Departamento de Investigación Criminal de Huaral— continuó con las acciones de inteligencia operativa para capturar al no habido ‘Saji’ o ‘Sajino’.

Inicialmente, se supo que luego del crimen del policía se había desplazado a Trujillo, Chimbote y a otras ciudades del norte chico, con la finalidad de eludir a la justicia.

Sin embargo, el 25 de setiembre, los investigadores confirmaron que había regresado a la jurisdicción de Chancay, y se encontraba oculto en el asentamiento humano La Candelaria Mza, J, lote 5, inmueble de propiedad de su madre Alejandrina Pizarro Julca (57). “Había planificado esconderse un tiempo en ese inmueble hasta encontrar la oportunidad para huir del país”, explicó el coronel Revoredo.

De esta manera, personal de Homicidios y efectivos de inteligencia de Huaral lograron capturarlo en ese recinto. Dicho sujeto tiene una requisitoria vigente emitida por el juzgado de investigación preparatoria de Huaral, de acuerdo al oficio N.º 3578-2022.

Una investigación compleja

Ante la complejidad de las investigaciones, Edwar Escobar Arrese, fiscal provincial coordinador de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaral, dispuso que personal de la División de Homicidios traslade a Carlos Sudario Pizarro a la sede de la Dirincri.

El suboficial Pineda Toscano, quien era seguridad del congresista Freddy Díaz, investigado por violación sexual, fue asesinado delante de su familia cuando retornaba de Chancay a Lima. La camioneta en la que se desplazaba sufrió una avería en la carretera y los delincuentes aprovecharon para asaltar a sus ocupantes, quienes fueron defendidos por el policía con su vida.

El caso conmocionó al cuerpo policial y la investigación derivó en varios allanamientos en el norte chico. Un teléfono celular apareció en la escena del crimen. Se le había caído a uno de los criminales: a ‘Saji’ o ‘Sajino’.

La pareja de este sujeto confirmó a los investigadores que ella le había entregado el aparato, por lo que este equipo móvil se convirtió en una evidencia tecnológica incriminatoria.