Peregrinación en dos ruedas al Santuario del Señor de Huanca
Conoce la peregrinación de un grupo de amigos que, a bordo de sus bicicletas, llegaron hasta el santuario después de dos años de restricciones.
Por: Jorddy Quispe
Luego de dos años de restricciones por la pandemia de la COVID-19, este miércoles 14 de setiembre, el Santuario del Señor de Huanca, ubicado en el distrito de San Salvador de la provincia de Calca, región Cusco, volvió a acoger a cientos de feligreses en su día central. Las personas llegaron desde diversas partes del país y del mundo llevando consigo fe, agradecimientos y peticiones.
Este año pasó algo peculiar. Un grupo de cuatro amigos decidieron visitar el santuario en bicicletas para vivir una experiencia de fe diferente. Ellos sabían que mucha gente acude en sus vehículos y que esto genera congestión. Por ese motivo, partieron de madrugada, alrededor de las 4.30 de la mañana, desde la ciudad imperial del Cusco hasta el Santuario de Huanca. Diego Arias y Betsy Trujillo son una pareja de enamorados, él de origen colombiano y ella natural de Abancay (Apurímac). A la dupla se sumaron los peruanos César Juárez y Lorena Lazo.
David, Betsy, César y Lorena de camino al Santuario de Huanca. Foto: Cusco Modo Bici
Betsy contó a La República que el tránsito vehicular no estuvo permitido desde la zona de desvío hasta el santuario. La gente iba caminando con mochilas, cuadros y velas. Algunos se animaban a comprar lo que faltaba en el camino. Muchos feligreses los miraban con asombro por ser los únicos que subían la cuesta en bicicletas.
Al llegar a la parte donde se ubica el templo, la sorpresa fue que la celebración eucarística se llevaría a campo abierto y no como en años anteriores a la pandemia. Había asientos y un estrado central donde estaría ubicado el sacerdote que oficiaría la misa. Las personas iban tomando asiento mientras los cánticos acompañaban ese proceso.
Celebración de misa en el Santuario del Señor de Huanca. Foto: Cusco Modo Bici
En paralelo, muchos visitantes al Señor de Huanca iban ingresando a una pequeña habitación donde es costumbre dejar velas que representan peticiones y agradecimientos. Allí, Betsy y su grupo de amigos observaron la nostalgia, la emoción y la fe de muchos devotos, expresada en lágrimas y en oraciones cargadas de sinceridad. Había velas con símbolos de dinero en colores que representan el amor, la salud y la felicidad.
Los ciclistas también formaron parte de esta costumbre. Ellos dejaron sus velas y esperaban a que se consuman por el fuego mientras pedían salud, bienestar laboral y que sus familiares sigan siendo bendecidos. Además, iban agradeciendo la protección del Señor de Huanca.
Velas que representan peticiones al Señor de Huanca. Foto: Cusco Modo Bici
Los minutos fueron pasando, era momento de volver a la Ciudad Imperial. El reloj marcaba las 12 del mediodía y el escenario había cambiado totalmente para ese momento. La cantidad de visitantes se multiplicó. Ese panorama sorprendió a Diego, César, Lorena y Betsy, quienes empujando sus bicicletas se abrían paso para despedirse del Taytacha Huanca.
Promesa de volver
Los cuatro amigos y sus bicicletas prometieron volver en 2023, quizá con más personas, pero con la fe intacta. “Claro que sí. Tenemos planeado regresar para el siguiente año, y con más personas”, expresó un emocionado Diego, quien es promotor del colectivo Cusco Modo Bici.
Santuario del Señor de Huanca. Foto: Cusco Modo Bici
De esta manera se vivió una peregrinación diferente a los años en los que azotaba la COVID-19. Miles llegaron hasta el santuario y se despidieron de él hasta el siguiente año con la esperanza de volver a encontrarse con el Señor de Huanca una vez más.
Trayecto al santuario. Foto: Cusco Modo Bici