Sociedad

El viaje sin retorno de un joven que luchaba por la justicia e igualdad

Muerte en Bali. Rodrigo Ventocilla era un joven trans que murió bajo custodia de la Policía de Indonesia. Abogados Julio Arbizu y Brenda Álvarez denunciarán al cónsul del Perú en ese país por no prestarle ayuda. Piden repatriación de su cuerpo.

Juntos. Rodrigo Ventocilla junto a Sebastián Marallano el día que se casaron en Chile. Las causas de la muerte del primero en Bali aún no han sido reveladas. Foto: difusión
Juntos. Rodrigo Ventocilla junto a Sebastián Marallano el día que se casaron en Chile. Las causas de la muerte del primero en Bali aún no han sido reveladas. Foto: difusión

Rodrigo Ventocilla y Sebastián Marallano se conocieron hace siete años y desde entonces emprendieron juntos la lucha en el Perú por la igualdad y respeto a los derechos de las personas trans. En las calles, en los foros y en las marchas nació el amor entre ellos y en mayo viajaron a Chile para casarse porque en nuestro país no es legal hacerlo.

Rodrigo, de 32 años, era un economista destacado y tenía un futuro prometedor. Llegó a la Universidad de Harvard (EE .UU.) para realizar una maestría en Administración Pública, gracias a la Beca Bicentenario. También trabajó como especialista en presupuesto público para el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Hace poco viajó a Johannesburgo (Sudáfrica), para ayudar a poner en marcha una estrategia de equidad de género e inclusión social para jóvenes en situación de exclusión. Tenía previsto regresar a finales de agosto para cursar su segundo año en Harvard. Pero antes decidió pasar su luna de miel junto a Sebastián en Bali (Indonesia).

Sin embargo, a su arribo a Bali, el pasado 6 de agosto, Rodrigo fue detenido en el aeropuerto Denpasar-Ngurah y sindicado como traficante de drogas por tener medicamentos que usaba en su tratamiento de salud mental, para los cuales contaba con prescripción médica. Sebastián llegó en un vuelo posterior y cuando acudió a prestar ayuda a Rodrigo también fue retenido sin cargo alguno. Para dejarlos en libertad, la policía les exigió entre 13 mil y 100 mil dólares.

A los cinco días de su detención, Rodrigo falleció en el hospital a donde fue trasladado luego de presentar vómitos, según la versión de la Policía local.

El lugar. Rodrigo fue detenido en el aeropuerto de Bali. Foto: difusión

El lugar. Rodrigo fue detenido en el aeropuerto de Bali. Foto: difusión

Alegre y valiente

Sus amigos recuerdan a Rodrigo como una persona alegre y valiente. Y creen que su detención se habría producido por un tema de transfobia. Por eso, el último viernes protestaron frente a la Cancillería junto a la comunidad trans, exigiendo una investigación y la repatriación de los restos del joven.

“Queremos recalcar que la detención de Rodrigo se debió a que su imagen no estaba en concordancia con el nombre de su DNI, ya que aún no hay una ley de identidad de género que permita el cambio de nombre a las personas trans en el Perú”, señaló Luzmo Henríquez, testigo del matrimonio de Rodrigo.

Los abogados que apoyan a los deudos, Brenda Álvarez, Ronald Gamarra y Julio Arbizu, acudieron a la Cancillería en busca de mayor información.

Arbizu señaló que presentarán una denuncia contra el cónsul de Perú en Indonesia, Julio Tenorio Pereyra, por no prestar apoyo a los jóvenes. “Deficiente el papel del Estado peruano, lo que le corresponde a través de la Cancillería es acudir al llamado de los connacionales ante una situación problemática; los funcionarios diplomáticos tienen el deber de garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los connacionales y en este caso no ocurrió”, dijo.

En tanto, Brenda Álvarez sostuvo que se espera un compromiso del Ministerio de Relaciones Exteriores para acelerar el proceso de repatriación del cuerpo de Rodrigo, a fin de que en el Perú se realicen los peritajes necesarios para determinar las causas de su muerte.

Resaltó que Sebastián y Rodrigo estuvieron incomunicados del 8 al 11 de agosto. “Ante una situación de detención, tiene que haber una garantía por parte del consulado para actuar conforme al debido proceso, esa era una obligación que le correspondía al cónsul”.

Protesta. Amigos de Rodrigo y Sebastián exigen justicia. Foto: difusión

Protesta. Amigos de Rodrigo y Sebastián exigen justicia. Foto: difusión

Ante la presión y críticas de la ciudadana, el MRE informó que solicitará formalmente a las autoridades de Indonesia un informe oficial para conocer las circunstancias en las que se produjo la detención de los connacionales.

El canciller Miguel Rodríguez Mackay dijo que se iniciarán acciones conducentes a una investigación interna. Esto luego de que se denunciara que el cónsul Julio Tenorio Pereyra no se apersonó a brindar asistencia a Rodrigo y Sebastián.

“Ningún delito puede justificar la muerte”

Susana Chávez, de Promsex, lamentó el comunicado de la Cancillería en el que señala que el caso de Rodrigo y Sebastián no se trataría de discriminación racial y transfobia, sino que en Aduanas se les encontró restos de cannabis.

“Me parece lamentable, pues aun entendiendo las relaciones diplomáticas, es fundamental que se precise que ambos fueron víctimas de abuso de funcionarios y es necesario una investigación. Ningún supuesto delito puede justificar que alguien termine muerto, ni lastimado por autoridades”.

La Cancillería, en un segundo comunicado, anunció el inicio de una investigación.

Familia exige a Cancillería justicia

“Esta es la respuesta frente a la inhumana respuesta de la Cancillería frente al caso de secuestro, extorsión y violación a los derechos humanos y la muerte de uno de nuestros compañeros (...). Lo que ha dicho Cancillería es parcializado porque toma la posición del Gobierno de Indonesia y desconoce el testimonio de Sebastián y las familias. Es insuficiente porque no exige investigación por la extorsión y tortura que sufrieron Sebastián y Rodrigo. Queremos justicia”, dijo Luismo, uno de los padrinos de matrimonio de la pareja.

Familias exigen a las autoridades apoyo y justicia. Foto: Jessica Merino / URPI - LR

Familias exigen a las autoridades apoyo y justicia. Foto: Jessica Merino / URPI - LR